Estanislao Fernández Luchetti, hijo del presidente electo Alberto Fernández, tiene un lema importante: “El amor vence al odio”. No escucha las críticas y alza su voz cuando es testigo de una injusticia. Tiene el apoyo de su padre, quien lo considera uno de los tipos más creativos que vio en su vida.
Cuando el hijo del presidente de Brasil, Eduardo Bolsonaro, hizo uso de su cuenta de Twitter para publicar una foto suya al lado de una del hijo de Alberto Fernández (acompañadas de un agresivo mensaje), solo logró poner en evidencia lo distintos que son. Mientras que él sostenía orgulloso varias armas de guerra, Fernández respondía a este ataque con un llamado a la lucha contra la discriminación. “Recuerden que el amor siempre vence al odio”, escribió el joven, quien siempre se ha mostrado orgulloso de su talento para el transformismo, más conocido como cosplay.
Y es que Estanislao no tiene nada de qué avergonzarse. Es drag queen, transformista y sus miles de seguidores en Instagram lo conocen como “Dyhzy”. Con 24 años, se transforma en famosas estrellas como Lady Gaga o Ariana Grande, y en ocasiones utiliza el maquillaje y las pelucas para encarnar a Jean Grey, la heroína de Marvel, o hasta al pequeño pokemón amarillo Pikachu.
Su padre, quien venció a Mauricio Macri en las últimas elecciones celebradas en Argentina, está orgulloso de él. Cuando entró en el mundo del cosplay y luego empezó a disfrazarse como drag queen, Alberto se sorprendió, pero nunca despreció algo que considera un arte. “Mi hijo es uno de los tipos más creativos que vi en mi vida”, dijo el político en una entrevista a Radio con vos.
Muy aparte de su lado artístico, Estanislao tiene una vida bastante normal marcada, no obstante por fuertes preocupaciones sociales que son evidentes si se lee su cuenta de Twitter: es activista por los derechos de la comunidad LGTBIQ+, trabaja en una compañía de seguros y hace dos años vive con su novia. “Yo siento orgullo por mi hijo”, ha dicho el electo presidente argentino en más de una oportunidad cuando ha sido consultado sobre él.
Estanislao sabe que, en general, el drag está muy relacionado a la vida nocturna, una que empezó a brillar con pestañas postizas y plataformas en los años 70. En esa época, el nivel de homofobia, discriminación y transfobia que enfrentaban las drag queens era mucho mayor al de ahora.
Es quizás por esta razón que cuando su padre le reveló que postularía a la presidencia de la mano de Cristina Fernández, el joven de 24 años recibió la noticia “como un balde de agua fría”. “Lo primero que se me vino a la cabeza fue: 'acá se termina esto para mí, voy a tener que cuidarme'. Si ya me venían diciendo cosas por hacer drag en eventos o, incluso, por ir de hombre disfrazado y que me vean como una cosa rara, ahora va a ser peor. Pero gracias a Fabiola (Yañez, la novia de Alberto Fernández), lo empecé a ver como una oportunidad para que todas estas problemáticas se vuelvan visibles”, explicó en una entrevista al diario Página 12.
UNA ARGENTINA QUE DESPIERTA
Las recientes elecciones en el país vecino no solo han generado un cambio político, sino que han sido motivo para poner en agenda la importancia de los feminismos y la diversidad sexual. La periodista Luciana Perker ha llamado a este fenómeno “la revolución de les hijes”, en alusión al lenguaje inclusivo (cada vez más utilizado entre los jóvenes y hasta aplicado por el propio presidente), uno que también es bien conocido y utilizado por su hijo.
Y es que, hoy, la diversidad es más importante que nunca en Argentina. Prueba de ello fue la reacción que produjo el racismo y clasismo que sufrió un joven de 27 años llamado Braian Gallo, quien fue discriminado por su vestimenta y su color de piel en redes sociales, luego de que una foto suya en los comicios se viralizara. Fernández no tuvo menor idea de reunirse con él y hasta ponerse su gorra. “Me dijeron que juntarme con él iba a parecer oportunista. Si es una oportunidad para que dejemos de un lado nuestros prejuicios, bienvenida sea”, escribió el electo mandatario en Twitter, marcando así un precedente en lo que significa hacer política en dicho país.
Todo indica que este podría ser un nuevo inicio para el país que viene sumido en una crisis económica durante los últimos años. Los nuevos aires llegan a Argentina cargados de demandas feministas urgentes, participación política adolescente y una nueva generación de jóvenes que promete desplazar a diputados, senadores, periodistas y abogados tradicionales que, consideran, son perjudiciales para el país.
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