Los manifestantes tomaron las calles a 5 días de que el Ejército arrestara a la presidenta Aung San Suu Kyi y tomara el poder. Pese a que intentaron disuadir a la población con cortes de internet y bloqueo de redes sociales, miles de personas marcharon por el regreso de la democracia en ese país del sudeste asiático.
Miles de personas salieron este sábado a protestar en las calles de Rangún, antigua capital y ciudad más poblada de Birmania, para manifestarse contra el golpe de Estado que perpetró el último lunes el Ejército de ese país.
Una columna de personas marchó por una de las principales avenidas de esa ciudad con proclamas en favor de la democracia y en contra de la junta militar, que encabeza el general Min Aung Hlaing.
De momento solo un grupo reducido de policías intentaron frenar a los manifestantes; sin embargo, no pudieron hacer nada contra la masiva afluencia de personas, que llevaban consigo pañuelos de color rojo, que identifica al partido Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezado por la nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
La depuesta líder del gobierno birmano se encuentra desde el lunes bajo arresto domiciliario y en "buen estado de salud", según apuntó anoche en las redes sociales un portavoz de la LND.
Represión a manifestantes
El Ejército trató de frenar las protestas civiles ordenando a las compañías de telecomunicación el bloqueo del acceso a Facebook, utilizada por cerca de la mitad de los 54 millones de birmanos.
Este sábado también se han experimentado cortes en la conexión de internet en varias operadoras.
Médicos, profesores, estudiantes universitarios, funcionarios de diversos ministerios y trabajadores de varios sectores, entre otros, se habían manifestado ya para mostrar su oposición contra la toma del poder por parte de los uniformados.
Aunque las protestas organizadas este sábado en Rangún son las más grandes hasta la fecha contra la asonada castrense.
El Ejército alega un fraude masivo en las elecciones de noviembre, donde la LND arrasó al imponerse en el 83 % de los escaños en liza, para hacerse con el poder.
Los militares, que ya gobernaron el país con puño de hierro desde 1962 hasta 2011, han arrestado a al menos 147 personas, entre ellas Suu Kyi y el depuesto presidente, Win Myint.
EFE
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