Bajo el diluvio, con perseverancia y determinación, culminó la carrera de los 5 000 metros de los Juegos del Sudeste Asiático. "Tenía el derecho de abandonar la carrera, pero por encima de todo tenía el deber de representar a Camboya. Por eso no abandoné", narró.
Todo el mundo en Phnom Penh quiere hacerse estos días una selfi con Bou Samnang, la corredora de medio fondo camboyana convertida en una de las estrellas de los Juegos del Sudeste Asiático, gracias a su perseverancia el pasado lunes en los 5 000 metros.
Acabó la prueba en la última posición, pero su determinación para acabar la carrera bajo un diluvio conquistó el corazón de sus compatriotas y le valió incluso la felicitación del primer ministro Hun Sen.
Las imágenes de la corredora llorando tras cruzar la línea de meta se viralizaron en las redes sociales.
"Puedo decir ahora que soy famosa", afirma a la AFP esta joven de 20 años en el estadio Morodok Techo, escenario de su sorprendente ascenso y donde los aficionados hacen cola para hacerse una foto con ella.
La carrera de esta semana no fue la primera en la que Bou Samnang dio muestras de su determinación, pero sí es la que más ha marcado una carrera llena de problemas físicos y que comenzó en pistas de tierra rudimentarias.
"No sabía que estaba perdiendo. La lluvia era muy fuerte", destaca la atleta originaria de Phnom Penh, cuya madre es ama de casa y su padre falleció en accidente de tráfico hace unos años.
"Tenía el derecho de abandonar la carrera, pero por encima de todo tenía el deber de representar a Camboya. Por eso no abandoné".
Como un símbolo de sus comienzos como atleta escolar, en uno de los barrios de la capital, donde las instalaciones eran espartanas.
"Nos faltaba de todo para entrenarnos", recuerda. "Solo tenía un par de zapatillas y casi no tenía camisetas de deporte. Nos entrenábamos en superficies normales, como un hormigón llano, o a veces simplemente en suelos de tierra batida".
Se unió al programa nacional de atletismo en 2016 y comenzó a beneficiarse de un apoyo mayor, antes de integrar el equipo principal cinco años más tarde.
Bou Samnang pasó gran parte del 2022 en China para entrenarse para sus primeros Juegos del Sudeste Asiático organizados por su país.
Primas en metálico
Esta atleta lleva luchando durante mucho tiempo contra una anemia, una falta de glóbulos rojos en la sangre, lo que le hace sentirse débil tras cada carrera. Por ello renunció a correr también a los 1 500 metros.
"Mi entrenador me dijo que por mi estado de salud, no debía hacerlo, pero lo hice por mi país", asegura.
La carrera la ganó la vietnamita Thi Oanh Nguyen en 17 minutos exactos... y cinco minutos después, cuando la tromba de agua apenas dejaba ver a los espectadores lo que pasaba en la pista, Bou Samnang seguía corriendo.
"Traté de llegar a la meta porque quería mostrar a la gente que en la vida, vayamos más rápido o más lento, siempre podemos alcanzar nuestro destino".
La camboyana, empapada por la lluvia, terminó la carrera en 22 minutos y 54 segundos.
Conmovidos por su valentía, numerosos responsables y organismos han ofrecido a Bou Samnang primas en metálico, entre ellos el primer ministro Hun Sen, quien declaró que le había recompensado con 10 000 dólares (9 200 euros) "para animarla a perseverar".
"Voy a usar el dinero para ayudar a mi familia", responde ella, precisando que le gustaría acabar con las deudas de su madre y financiar sus propios estudios.
Bou Samnang prevé inscribirse a la universidad este año para estudiar informática y derecho, pero no piensa dejar el atletismo, con la mirada puesta en los próximos Juegos del Sudeste Asiático, que se celebrarán en Tailandia.
"Daré lo mejor de mí en el futuro para obtener la recompensa de mi país y de mis aficionados”, promete. (AFP)
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