Una tigresa fue abatida de un disparo en India tras una cacería de varios meses. Su muerte ha provocado una oleada de críticas de ONG animalistas, medios de comunicación y hasta del propio Gobierno central.
La muerte de la tigresa Avni, tiroteada el viernes por un agente forestal y a la que se atribuyen la muerte de varias personas, ha desatado una oleada de críticas de ONGs animalistas, medios de comunicación y hasta del propio Gobierno central.
Más de 150 personas fueron movilizadas durante meses para encontrarla y se desplegaron recursos considerables con este fin, como cámaras de infrarrojos y francotiradores montados en elefantes.
La tigresa era considerada responsable de la muerte de trece personas desde junio de 2016. Su primera víctima fue una mujer cuyo cadáver fue encontrado en una plantación de algodón. Desde entonces, la mayoría fueron pastores hombres. A la tigresa le sobreviven varios cachorros ahora huérfanos.
Reacciones
La ministra india de Desarrollo de la Mujer y el Niño, Maneka Gandhi, calificó el caso de "brutal asesinato" y desveló que la muerte de Avni es parte de una trama mayor.
El pasado septiembre, el Tribunal Supremo había desestimado la petición de dos activistas de salvar la vida de la tigresa, que habita en un bosque del distrito de Yavatmal, en el estado occidental de Maharashtra. La Corte había dado luz verde para matarla.
Gandhi, que considera un "crimen" la muerte de la felina, cargó por dar la orden contra el ministro de Bosques de Maharashtra, Sudhir Mungantiwar, perteneciente al mismo partido que ella, el Bharatiya Janata Party (BJP), de Narendra Modi.
"Ha estado haciendo esto regularmente y este es el tercer tigre que es asesinado, además de varios leopardos y jabalíes", denunció en una serie de mensajes en su cuenta oficial de Twitter, donde precisó que el tirador fue Shafat Ali Khan.
El tirador
A Khan le acusó de la muerte de tres tigres, diez leopardos, unos cuantos elefantes y unos 300 jabalíes en la zona de Chandrapur, además de señalarle por proveer de armas a "antinacionales" e incluso por un presunto asesinato. En el caso de Avni, el que apretó el gatillo fue un hijo de Khan.
"Su hijo no estaba autorizado para matar, esto es evidentemente ilegal. A pesar de que los oficiales forestales estaban comprometidos a tranquilizar, capturar y poner en cuarentena a la tigresa, el tirador de gatillo fácil la ha matado", agregó.
La ministra Gandhi mostró su preocupación por los dos cachorros que han quedado huérfanos y a merced de la muerte, al tiempo que prometió ir en contra del "asesinato" legal, criminal y políticamente. (EFE y AFP).
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