Jaime Mañalich fue apartado del cargo cuando la pandemia parece no remitir en el país vecino y el número de muertos oficiales está en entredicho.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, destituyó este sábado a su ministro de Salud, Jaime Mañalich, cuando la pandemia parece no remitir y el número de muertos oficiales está en entredicho, luego de que una investigación periodística revelase que los fallecidos podrían llegar a 5 000.
"Todos sabemos que la mejor forma de enfrentar (la pandemia) es con unidad, con colaboración, con buena voluntad, con diálogos, con acuerdos", dijo el mandatario conservador, íntimo amigo de Mañalich.
Piñera designó en su lugar a Enrique Paris, expresidente del Colegio Médico de Chile y una figura reconocida en el país, donde el coronavirus está en plena expansión y el balance total asciende a 167.355 infectados y 3.101 muertos.
"Estoy seguro que el nuevo ministro de Salud va a liderar esos caminos de unidad y diálogo (...) pero también sabemos con certeza que la mejor forma de enfrentar con éxito esta pandemia es que todos contribuyamos con verdadero compromiso, con verdadera responsabilidad", indicó el gobernante.
La salida de Mañalich se produce horas después de que el medio de investigación Ciper reveló que los datos que el Gobierno informa diariamente a la ciudadanía son distintos a los que entrega a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que habría reportado cerca de 5 000.
El Gobierno ha cambiado en al menos tres ocasiones la metodología de conteo desde el inicio de la crisis sanitaria y actualmente se basa en un cruce entre la información del Registro Civil y los resultados positivos de los exámenes PCR.
La subsecretaria de Salud, Paula Daza, explicó este sábado que el desfase entre las cifras entregadas diariamente en rueda de prensa y las reportadas a la OMS se produce porque el organismo contabiliza no solo los decesos con examen PCR positivo, sino también aquellos catalogados como sospechosos o atribuibles a la COVID-19.
La gestión de Malañich fue polémica desde el inicio, pues rechazó reiteradamente el confinamiento total de Santiago y apostó por las cuarentenas "estratégicas y dinámicas" y aislar solo a las comunas (barrios) con más contagios, aunque se vio obligado a dar un giro de guion tras un explosivo aumento de casos a principios de mayo.
La capital, el principal foco y donde la red hospitalaria está al límite, cumplió el viernes un mes en cuarentena total, una medida que en principio dura hasta el 19 de junio y que previsiblemente se extenderá.
EFE
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