Mientras Chile se prepara para elegir a su sucesor entre Piñera y Guillier, Bachelet tiene apenas el 20% de aprobación en sus últimos días como mandataria
Michelle Bachelet vive sus últimos días como presidenta de Chile. A diferencia del fin de su primer periodo, esta vez no se irá entre aplausos y vítores. Recientes sondeos revelan que tiene una aprobación de poco más del 20%. Cuando dejó el Palacio de la Moneda en marzo del 2010, tenía 80%. Su legado será un desafío para su sucesor, que se definirá este domingo entre el opositor Sebastián Piñera y el oficialista Alejandro Guillier.
El segundo mandato de Bachelet comenzó en marzo del 2014. Desde entonces, ha estado marcado por escándalos de corrupción y un lento crecimiento económico que melló su imagen ante los chilenos. Sin embargo, logró aprobar una serie de reformas estructurales que dejaron atrás la herencia legal e institucional del pinochetismo.
Logros y críticas
Con la ayuda de la mayoría oficialista en el Parlamento, el Gobierno legalizó el matrimonio homosexual. “No puede ser que los prejuicios antiguos sean más fuertes que el amor. Por eso y tal como lo comprometí, hoy chile da un paso histórico al firmar el proyecto de ley de matrimonio igualitario”, declaró entonces la presidenta. También aprobó una ley para el acceso gratuito a colegios y universidades aunque algunos sectores creen que su reforma no fue suficiente.
El sucesor de Bachelet tendrá que afrontar el pedido de sectores estudiantiles que exigen condonar la deuda educativa que tienen. Son miles de jóvenes en los sectores más pobres del país. “Nuestras familias cargan con enormes deudas para que podamos tener un título universitario o técnico. Venimos peleando en distintas movilizaciones desde el 2011. Hemos posicionado la necesidad de una educación gratuita en del sistema estatal de universidades”, comentó a la agencia AFP Javier Duarte, secretario de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile
Durante el segundo gobierno de Bachelet también se legisló una reforma migratoria y se aprobó el derecho al aborto en tres casos especiales, algo sin precedentes en el país sudamericano. “Con esta ley estamos saldando una deuda enorme con las mujeres de Chile. También nos estamos poniendo al tono con las legislaciones del mundo que nos han hecho ver que la penalización a todo evento del interrupción del embarazo representa un incumplimiento en materia de respecto a los derechos humanos”, declaró entonces.
Legado en al aire
Pese a la importancia de estas reformas, la población le dio la espalda a la mandataria. El nuevo Gobierno tiene el reto de reactivar la economía y lidiar con el malestar de la población con el sistema privado de pensiones, que muchos piden reformar o eliminar. La lucha contra la corrupción y la inseguridad ciudadana son también dos puntos débiles del legado de Bachelet, que serán una carga para su sucesor.
En el plano externo, el nuevo mandatario asumirá el fallo de la demanda por una salida soberana al Océano Pacífico que le interpuso Bolivia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Bachelet pondrá fin a su segundo mandato el 11 de marzo del 2018 sin los aplausos de antaño. Su legado está en manos de su sucesor: Piñera ha prometido detener sus reformas, mientras que Guillier apuesta por profundizarlas y mejorarlas.


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