El grupo peruano desmintió hoy "categóricamente" que el allanamiento por una querella por 16,5 millones de dólares, tenga alguna relación con el caso Lava Jato.
La Policía de Investigaciones (PDI) de Chile allanó este miércoles las oficinas del grupo peruano Graña y Montero, también vinculado al caso brasileño de corrupción Lava Jato, tras recibir una querella por estafa que asciende a los 16,5 millones de dólares.
El empresario local Carlos Busso acusó el pasado noviembre a los ejecutivos de dicha compañía de estafarlo y además perjudicarlo con 50 millones de dólares en la venta de su empresa Adexus.
El caso Adexus. El exdueño de Adexus, una sociedad que se dedica a prestar servicios de tecnologías de la información, denunció ante la justicia la utilización de maniobras engañosas por parte del holding peruano, que terminaron con "la salida de su compañía y la absorción de esta por parte de la multinacional".
Según la Policía, la firma aludida se habría negado a entregar de manera voluntaria los documentos requeridos, por lo que los trámites se prolongaron desde el martes por la noche hasta la madrugada del miércoles. La Fiscalía chilena anunció que viajará a Perú con el fin de llevar a cabo más diligencias en las oficinas de Graña y Montero en Lima.
Graña y Montero desmintió "categóricamente" que el allanamiento a las oficinas de su subsidiaria Adexus, tenga alguna relación con el caso Lava Jato. Mediante un comunicado entregado la noche del miércoles, el grupo aclaró que la diligencia se dio en el marco de un conflicto "privado y comercial".
Según la declaración, G&M "está brindando todas las facilidades a la justicia chilena para que lleve a cabo su investigación de manera eficaz (...) Graña y Montero mantiene su disposición a colaborar en el proceso en curso", dice el texto.

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