Carlos Mazón dimitió como president de la Generalitat de Valencia, un año después de la tragedia por la DANA que dejó 229 fallecidos. Reconoció que cometió errores y reiteró que ninguno de ellos "fue por cálculo político o por mala fe". Además, argumentó que el Gobierno español los quiso "dejar solos por estrategia política", y acusó al Ejecutivo de una "campaña" contra él para intentar tapar "los tremendos fallos" de las agencias del gobierno que no avisaron del riesgo.
El presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, dimitió este lunes después de un año de protestas, tanto de los ciudadanos valencianos como de la oposición política, por su gestión durante las inundaciones del 29 de octubre de 2024, que causaron 229 muertes en esa región del este de España.
Mazón, también líder del conservador Partido Popular (PP) en su región, justificó su salida con la frase: "Ya no puedo más", días después de que fuera increpado por los familiares de las víctimas durante un funeral de Estado en Valencia, en presencia de los reyes y las principales autoridades del país.
Asunción de errores y culpas para el Gobierno español
En una declaración oficial sin admitir preguntas, el hasta ahora presidente de la Comunidad de Valencia reconoció: "Sé que cometí errores, lo reconozco y voy a vivir con ellos toda mi vida. He pedido perdón y lo vuelvo a repetir, pero ninguno de ellos fue por cálculo político o por mala fe".
Mazón afirmó que el Gobierno valenciano necesita "un nuevo tiempo" y confesó que "por voluntad personal habría dimitido hace tiempo", porque ha habido momentos "insoportables" para él y su familia, pero hoy ya no puede más.
Pero además de esa asunción de errores, también repartió culpas al Gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, como hace desde poco después de la catástrofe, aunque inicialmente agradeció a Sánchez su apoyo.
Este lunes incidió en un argumento que ya usó muchas veces, que el Gobierno español los quiso "dejar solos por estrategia política", y acusó al Ejecutivo de una "campaña" contra él para intentar tapar "los tremendos fallos" de las agencias del gobierno que no avisaron del riesgo.
Culpó a la Agencia Española de Meteorología (Aemet), pese a que este organismo emitió múltiples alertas desde muchas horas antes, y también a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), responsable de vigilar la cuenca de este río que recorre la región de Valencia.
Ante estas críticas, el Ministerio para la Transición Ecológica defendió hoy su actuación, "que se traduce en una inversión superior a 1.200 millones de euros" para reconstruir la Comunidad Valenciana; "no hemos rechazado ni una sola petición" de ayudas, aseguran.
Además, los autos de la jueza que investiga la gestión de la catástrofe son "contundentes", señala expresamente que la Aemet y la CHJ actuaron de acuerdo con sus mecanismos técnicos y protocolos, emitiendo avisos y comunicaciones eficaces dentro de sus competencias, destacaron a EFE las mismas fuentes.
Una cuestionada gestión
Al Gobierno valenciano se le recrimina el retraso con el que avisaron a la población de la gravedad del temporal que sufría la región, de hecho, la alerta a los ciudadanos se envió cuando ya había decenas de muertos y múltiples zonas inundadas.
Y mientras eso ocurría, Mazón estaba comiendo en un restaurante de Valencia con una periodista y mantuvo una larga sobremesa, ajeno a la catástrofe que estaba ocurriendo a su alrededor, sin que aún haya explicado su tardanza en incorporarse al equipo que coordinaba la emergencia.
Toda esta gestión está siendo investigada por una jueza en Valencia, quien en sucesivos autos está estableciendo los hechos y las actuaciones de todos los responsables esos días, aunque ante ella no podrá declarar Mazón, ya que, tanto como presidente regional y como diputado en el Parlamento valenciano, está aforado y si declara algún día lo hará ante un tribunal superior.
Mazón dimitió como presidente regional, pero no convocó elecciones, por lo que ejercerá el cargo hasta que sea investido su sucesor y mantendrá su escaño como diputado.
La indignación de las víctimas
Por todo ello, miles de personas han protestado los días 29 de todos los meses desde hace un año, con consignas como "Mazón dimisión", y ha habido continuas exigencias de la oposición de que dejara el cargo o le apartara su partido, el PP, y no han faltado los abucheos en sus actos públicos.
El punto culmen se dio el pasado 29 de octubre en el funeral de Estado en Valencia por el primer aniversario de la catástrofe, donde los familiares de las víctimas le gritaron "asesino" y "cobarde" ante los reyes, las máximas autoridades del Estado.
Allí tuvo que escuchar a la prima de un fallecido decir: "Es quien omite su deber, a sabiendas de que esa omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en sus muertes".