Los trabajos para rescatar al niño de dos años atrapado en un pozo del sur de España desde hace una semana avanzan más lentamente de lo deseado debido a la dureza de parte del terreno.
Una semana han cumplido los desesperados esfuerzos por rescatar a un niño de dos años que cayó en un estrecho y profundo pozo en España. Este domingo los rescatistas se toparon con otro problema al encontrarse ante una capa de granito de cinco metros.
"Se ha encontrado cinco metros de granito (...) Desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista material, se esta haciendo todo lo humanamente posible, pero las circunstancias no están ayudando", dijo el presidente de la región de Andalucía, Juan Manuel Moreno.
Una perforadora gigante pudo ser instalada el sábado y los técnicos comenzaron a excavar un túnel vertical paralelo al pozo abandonado, de 110 metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro.
Pero a partir de 40 metros toparon con la capa de granito que ralentizó la perforación para tratar de salvar al pequeño.
"Espero y confió que mañana lunes podríamos tener alguna información positiva. pero va depender todo de las circunstancias del terreno", subrayó el presidente del gobierno autonómico.
Una cámara que descendió por el pozo, se vio obstaculizada a los 70 metros por un tapón de piedras y tierra. Allí se encontraron algunos cabellos y el paquete de golosinas que tenia el niño cuando desapareció.
Según informaron hoy fuentes del dispositivo de búsqueda, la maquinaria, que trabaja sin descanso, se está encontrando con algunas zonas muy duras, que dificultan la excavación del túnel, aunque otras son más favorables.
Una cabeza perforadora especial se desplazada hasta el lugar para vencer la resistencia de la rocas más duras.
También expertos en explosivos de la Guardia Civil (cuerpo de seguridad) se incorporaron este domingo al operativo de rescate, aunque no ha trascendido la labor exacta que tendrían.
Una esperanza
Los rescatistas intentan llegar a los 80 metros, profundidad a la que se estima estaría el niño, y allí abrir una galería horizontal para conectar el túnel con el pozo.
A pesar de las dificultades y el tiempo transcurrido, los médicos conservan esperanzas, como Iván Carabano, pediatra del madrileño Hospital 12 de octubre, quien al referirse al frio que hay en la zona, subrayó al diario El País que en esas condiciones "se gana tiempo de supervivencia, porque a baja temperatura el metabolismo del ser humano se ralentiza y se preservan los tejidos"
La Guardia Civil tomó declaración a los padres y al empresario que cavó el pozo, según un portavoz del cuerpo policial, quien señaló que es una práctica habitual en este tipo de casos.
Cuando ocurrió el accidente, el pozo carecía de señalización, y una fuente del gobierno de Andalucía dijo que el empresario no había solicitado los permisos necesarios para hacer esa obra.
El pequeño Julen Rossel, de 2 años cayó al pozo el domingo 13 cuando jugaba cerca de donde almorzaban sus padres en la sierra de Totalán, cerca de Málaga, Andalucía (sur) y desde entonces no se han detectado señales de vida.
Toda España sigue en vilo esta operación de rescate con la esperanza de que el niño pueda seguir con vida, algo cada vez más difícil según pasan los días y las horas.
Información de EFE y AFP
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