Fue colocada junto al acueducto de Segovia, uno de los monumentos más conocidos de España. Ciudadanos la consideran “fea” y creen que “rompe la estética” del histórico lugar.
La colocación de la estatua que representa a un diablillo haciéndose un selfi junto al acueducto romano de Segovia (centro), uno de los monumentos más conocidos de España, ha generado polémica entre los vecinos de la ciudad. La talla es considerada por una asociación católica de vecinos como un ataque a los sentimientos religiosos, por lo que han solicitado a la Justicia que prohíba su instalación, y han recogido 12.500 firmas de apoyo a su causa.
Otros ciudadanos también se oponen ya que la encuentran "fea" y que "rompe la estética" del acueducto, cuya construcción data de principios del siglo II después de Cristo. La creación de la escultura se inspira en la leyenda según la cual un diablillo levantó el acueducto en una sola noche a cambio del alma de una joven, aunque finalmente no logró poner la última piedra antes del amanecer.
La imagen
Sentado sobre un muro, la polémica figura que hoy representa al diablillo sujeta con unas tenazas un sillar de granito, con una altura total de 1,70 metros. La escultura está emplazada en una panorámica del acueducto e invita a fotografiarse delante de él, ya que lleva incorporado a su figura un teléfono móvil.
Según el consistorio, la talla está concebida para que forme parte de la ciudad como un detalle más que enriquezca su imagen, al igual que lo son la Sirenita de Copenhague (Dinamarca), el Manneken Pis de Bruselas (Bélgica) y el simpático Teufes (demonio) de Lübeck (Alemania)
La justicia no se opone
La asociación católica San Miguel y San Frutos, ofendida por la colocación de esta figura, fue la que pidió a la justicia impedir la instalación de la escultura. Sin embargo, según fuentes municipales citadas por la agencia EFE, el juzgado se negó y condenó a esta entidad religiosa a pagar hasta 500 euros (unos 550 dólares) por el costo del procedimiento judicial.
La organización religiosa considera que se trata de un ataque a los sentimientos religiosos, por lo que pedía que se prohíba su instalación. Aún queda pendiente que se resuelva otra denuncia presentada contra el acuerdo del Ayuntamiento de Segovia por el que aceptó la donación realizada por el escultor José Antonio Abella, autor de este diablillo.
(Con información de EFE)
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