Trump anunció el jueves que elevará los aranceles al acero y el aluminio que importa de China y otras potencias.
El presidente estadounidense, Donald Trump, insistió en su controvertida defensa de los aranceles a las importaciones para proteger la industria doméstica, pese al rechazo internacional y la preocupación de que se desencadene una guerra comercial.
"Cuando un país (EE.UU.) está perdiendo muchos miles de millones de dólares en comercio con virtualmente cada país con el que hace negocios, las guerras comerciales son buenas, y fáciles de ganar", dijo Trump en su cuenta de Twitter, que justifica su posición por el abultado déficit comercial de EE.UU.
El mandatario respondía así al rechazo provocado tanto dentro como fuera de EE.UU. por su anuncio de ayer jueves de que firmará "la próxima semana" aranceles del 25 % a las importaciones de acero y del 10 % a las de aluminio de algunos países. Dijo que la medida estará en vigor "por un largo periodo de tiempo".
"Debemos proteger a nuestro país y nuestros trabajadores (...) SI NO TIENES ACERO, NO TIENES UN PAÍS!", sostuvo en otro mensaje en la red social.
Inquietud en los republicanos
El anuncio de la imposición de aranceles, que Trump había comentado tanto durante la campaña como desde su llegada a la Casa Blanca en el marco de su agenda de agresivo nacionalismo económico, generó inquietud entre los legisladores de su propio partido republicano.
En el ámbito internacional, el cambio de rumbo de Washington, tradicional defensor del libre comercio y la globalización, también causó alerta. El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevêdo, mostró su "clara preocupación" por el anuncio de EE.UU., a la vez que subrayó que una guerra comercial "no beneficia a nadie".
La decisión de Trump, que aún no identificó los países afectados, se produjo pese a la oposición de parte de sus asesores económicos más cercanos, entre ellos Gary Cohn, director del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.
De hecho, Cohn, quien advirtió sobre los riesgos que implica ante la posibilidad de represalias por parte de socios comerciales, llegó a amenazar con dejar el cargo si se aprobaban estas medidas, según reveló el New York Times. (Con información de Efe)
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