Desde exministros, exalcaldes o gobernadores, de ascendencia afroamericana, hasta de ascendencia latina, ex militares, empresarios tienen intenciones de pelear a la par con el presidente y obtener el apoyo de los estadounidenses para quedarse en el salón oval.
La lista de candidatos demócratas que quieren representar a su partido frente al hoy presidente de los Estados Unidos, el republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020 es amplia y, casi de manera sin precedentes, muy diversa.
Desde exministros, exalcaldes o gobernadores, de ascendencia afroamericana, hasta de ascendencia latina, ex militares, empresarios buscan pelear a la par con el presidente y obtener el apoyo de los estadounidenses para quedarse en el salón oval.
Este es el caso de Cory Booker, quien es un carismático y mediático senador negro que a menudo es comparado con Barack Obama, anunció su candidatura el 1 de febrero con el llamado a unir a país dividido. El exalcalde de Newark, Nueva Jersey, de 49 años, es un usuario habitual de Twitter y un buen orador. Su nombre circulaba desde hacía unos años para la carrera presidencial. En 2016 Hillary Clinton lo contempló como compañero de fórmula.
Otro nombre es Kamala Harris, senadora por California, que aspira a convertirse en la primera presidenta negra de Estados Unidos. Harris, hija de una investigadora en medicina india y un economista jamaiquino, de 54 años, fue fiscal de distrito antes de convertirse en fiscal general de California (2011-2017).
Otra mujer es Kirsten Gillibrand, senadora por Nueva York que se hizo famosa por su lucha contra el acoso sexual, especialmente en el ejército, antes del surgimiento del movimiento #MeToo, al que apoya activamente. Gillibrand, de 52 años, lanzó un comité exploratorio para su candidatura el 15 de enero.
Otros candidatos son Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts, de 69 años, representante del ala más izquierdista del partido. Julian Castro, nieto de una inmigrante mexicana y exministro de Barack Obama. El exalcalde de San Antonio, Texas, espera a los 44 años convertirse en el primer presidente hispano de Estados Unidos. Así como Pete Buttigieg, joven alcalde de South Bend, Indiana, veterano de guerra de 37 años, de ganar las primarias demócratas, se convertiría en el primer candidato presidencial abiertamente gay en Estados Unidos.
A ellos se suman Tulsi Gabbard de 37 años, legisladora por Hawái en la Cámara de Representantes, fue cuestionada por haberse reunido con el líder sirio Bashar Al Assad en medio de la guerra civil y por comentarios anti-homosexuales, de los que luego dijo arrepentirse. John Delaney, representante de Maryland en la Cámara de Representantes, pero con posibilidades escasas. También se encuentra Andrew Yang, un empresario poco conocido que lanzó la advertencia del peligro que representan las nuevas tecnologías para los trabajadores estadounidenses.
Los aún no oficiales
Una serie de importantes figuras demócratas aún no se decidieron, entre ellos el exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden; el senador y excandidato de la primaria demócrata Bernie Sanders, la senadora Amy Klobuchar, la senadora Sherrod Brown, el expresidente de la Cámara de Representantes Beto O'Rourke, el multimillonario Michael Bloomberg y el gobernador del estado de Montana, Steve Bullock. (AFP)
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