El vicepresidente estadounidense Mike Pence, aseguró que los periodistas buscaban exponer la violación de derechos humanos en ese país, por lo que instó al gobierno a dejar sin efecto la condena contra los hombres de prensa de la agencia británica.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, instó este martes al Gobierno de Birmania a revertir la condena de 7 años contra dos periodistas de la agencia Reuters y a liberarlos inmediatamente.
A través de un mensaje compartido en su cuenta de Twitter, Pence comentó que los periodistas Wa Lone y Kyaw Soe Oo no debían ser encarcelados por su trabajo, por lo que solicitó al Gobierno a dejar sin efecto la condena del último lunes.
“Wa Lone y Kyaw Soe Oo deben ser condenados –no encarcelados- por su trabajo exponiendo violación de derechos humanos y asesinatos en masa. La libertad de religión y libertad de prensa es esencial para una democracia sólida. Llamamos al Gobierno de Birmania a revertir esta condena y liberarlos inmediatamente”.
Pronunciamiento desde la ONU
Quien también se pronunció fue la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, quien aseguró que la condena es “otra terrible mancha” del gobierno birmano, cuyo ejército ha llevado a cabo “enormes atrocidades”.
"Está claro para todos que el ejército birmano ha cometido enormes atrocidades. En un país libre, es deber de una prensa responsable mantener a la gente informada y hacer que los líderes rindan cuentas. La condena de dos periodistas por hacer su trabajo es otra terrible mancha en el gobierno birmano", dijo la embajadora Haley en un comunicado.
Investigación
Los reporteros condenados investigaban el asesinato de una decena de rohinyás descubiertos en una fosa común en la aldea Inn Din en el estado Rakáin (oeste), masacre por la que siete soldados birmanos fueron más tarde condenados a diez años de prisión.
El suceso de Inn Din está relacionado con la campaña de castigo que inició el Ejército birmano tras el ataque del grupo insurgente Ejército Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) contra varios puestos policiales el 25 de agosto de 2017.
Desde entonces, unos 700.000 rohinyás, una minoría musulmana no reconocida por Birmania y por lo tanto apátridas, han huido a la vecina Bangladesh, donde viven hacinados en extensos campos de refugiados atendidos por la ONU y organizaciones no gubernamentales.
El fallo ha sido emitido una semana después de que expertos de la ONU publicaran un informe en el que señalaban que hay elementos de "genocidio intencional" en la actuación del Ejército birmano contra lo minoría étnica. EFE
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