La salud, el medioambiente, la inmigración y las relaciones internacionales serán los ejes que más cambiarán en los Estados Unidos.
Donald Trump sucede como presidente de Estados Unidos a Barack Obama, a quien criticó constantemente, por las políticas que aplicó en su gobierno, durante la campaña. Los analistas aseguran que el republicano ya trabaja para traerse abajo algunas de las reformas hechas en los últimos 8 años.
1. Obamacare. La Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (Patient Protection and Afordable Care Act) es tal vez el mayor logro de Barack Obama. La reforma fue publicada el 23 de marzo de 2010. Gracias a ella, casi 12 millones de estadounidenses lograron cobertura en salud, a pesar de tener enfermedades preexistentes. Además, más personas de estratos bajos entraron al sistema. Para la mayoría de aseguradores, el aumento de la primera significó un problema y una perdida.
Trump anunció que derogará y reemplazará Obamacare, gracias a la mayoría republicana en el Congreso, que ya está dando los primeros pasos. Si bien se piensa en eliminar el sistema, aún no se ha presentado una alternativa para reemplazarlo.
2. Medioambiente. El vicepresidente electo, Mike Pence, adelantó que Trump descartará las moratorias de arrendamiento y abrirá territorios federales para la perforación y la minería. Esto permitirá el acceso a las principales vetas de crudo, gas natural, carbón y uranio.
En los planes para su primer día también entra la aprobación del oleoducto Keystone, que unirá una región de Canadá con Estados Unidos, un proyecto bloqueado por la administración Obama. Un negacionista (que no cree en el cambio climático) será el encargado de la agencia de medioambiente en la administración de Trump.
3. DACA. Fue un programa aprobado por Obama en 2012 que permite que inmigrantes irregulares que llegaron con niños a Estados Unidos puedan vivir y trabajar sin temores. 700 mil beneficiados podrían ser deportados si Trump decide revocarlo, dijo a la AFP el fiscal para inmigración David Leopold.
4. China: amiga y rival. Estados Unidos ha seguido la política de una sola China durante décadas al no reconocer a Taiwán como un estado soberano. Sin embargo, Donald Trump recibió una llamada de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, quien lo felicitó por la victoria. El republicano dijo tras su victoria que pedirá a su secretario del Tesoro que etiquete a China como "manipulador de divisas”. Las relaciones con la potencia asiática no son por ahora las mejores.
5. La OTAN. Estados Unidos es sinónimo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que conforma desde 1949. Trump la llamó obsoleta y criticó que muchos países no aportan lo que deberían. A diferencia de Obama, el republicano es más cercano al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
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