Al menos seis de los cincuenta estados que forman los EE.UU. se 'rebelan' contra el nuevo decreto ejecutivo del presidente.
Al menos seis estados llevarán a los tribunales el segundo veto migratorio del presidente estadounidense, Donald Trump, pese a que este fue concebido con la idea de evitar las trabas judiciales que frustraron el primer intento.
La orden ejecutiva revisada, presentada esta semana, suspende el programa de refugiados durante 120 días, así como la concesión de visados durante 90 días a seis países de mayoría musulmana (Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán), con el objetivo de revisar los procesos de autorización de las entradas y evitar la llegada de terroristas. La anterior orden, que a excepción de nuevas precisiones y de sacar a Irak de la lista de países, era muy parecida a esta última, fue inhabilitada por un tribunal federal de apelaciones tres semanas después de ser firmada.
Resistencia. Este nuevo decreto, que el Ejecutivo ha reconocido que está pensado "para evitar litigios", ya cuenta con la oposición judicial de los estados de Hawái, Washington, Nueva York, Oregón, Minesota y Massachusetts. El fiscal general de Hawái, Doug Chin, fue el primero presentar su demanda legal contra los intentos de Trump de bloquear la entrada de refugiados y personas de países de mayoría musulmana, una medida que la Casa Blanca considera necesaria para prevenir ataques terroristas.
En una rueda de prensa este jueves, Chin dijo que su demanda se centra en resaltar el daño que ese decreto tiene en la economía y turismo del estado, y en poner en evidencia la ilegalidad de un proceso que "discrimina por razón de nacionalidad". "Con la orden, como nosotros la vemos, el Ejecutivo se arroga el papel de diseñar una ley que le corresponde al Congreso, en la que se prohíbe, sin establecer estándares, la entrada al presuponer que ciertas personas son más inclinadas a ser terroristas", explicó Chin.
Los argumentos. El fiscal general del estado de Washington, Bob Ferguson, anunció que su línea de ataque contra la nueva orden migratoria será argumentar que la sentencia del tribunal federal de apelaciones que suspendió el primer veto sigue vigente y se aplica a la nueva versión del decreto. A Ferguson se le sumaron los estados de Oregón, Nueva York, Minesota y Massachusetts, que presentarán de manera conjunta la semana que viene una enmienda para, en la práctica, equiparar el primer y segundo veto de Trump.
"Estamos bastante tranquilos y confiados con la manera en que se ha redactado la orden ejecutiva", aseguró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer. La anterior orden ejecutiva entró en vigor en enero sin previo aviso y afectó a personas que tenían sus documentos en regla, algo que reforzó la posibilidad de desafiarla legalmente, mientras que este nuevo decreto solo afecta a extranjeros sin visado. Además, al no negar la entrada a nadie de manera indefinida, como hacía la primera orden con los refugiados sirios, es más difícil para los demandantes demostrar daños. EFE
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