Angela Kennecke se propuso contar la historia de su hija Emily a fin de terminar con el estigma que rodea la adicción e hizo un llamado para combatir la crisis de opiáceos.
La periodista estadounidense Angela Kennecke reunió coraje para compartir durante una transmisión en vivo la historia del fallecimiento de su hija a causa de una sobredosis.
Kennecke, investigadora del noticiero nocturno KELO-TV, de la cadena estadounidense CBS, trabajó durante casi 10 años cubriendo la crisis de la adicción a los opioides en Estados Unidos, especialmente en Dakota del Sur.
Tras la difusión de un reportaje que la tocó de manera personal, la presentadora se propuso contar su experiencia para generar conciencia sobre la prevención y el tratamiento de este tipo de adicciones.
"La epidemia de opiáceos ha llegado a mi casa de una manera trágica y devastadora para mí", dijo la presentadora al comienzo de la historia. "La pérdida de un hijo, especialmente de una manera repentina e impactante, ha cambiado completamente mi mundo", señaló.
“No hay recuperación para mí o para mi familia por la pérdida de mi talentosa, inteligente y hermosa hija Emily. En vez de eso me veo obligada a superarlo y mi única pregunta ahora es cómo lo hago”, dijo la presentadora con lágrimas en los ojos.
Kennecke además relató que sabía que su hija consumía alguna sustancia, pero que ignoraba exactamente cuál. Contó que estaba planeando una intervención para que Emily regrese al tratamiento, pero no llegaron a tiempo.
“[Mi esposo y yo] Nos encontramos un sábado y la intervención estaba planeada para el sábado siguiente. Mi hija murió ese miércoles. No tuvimos oportunidad de ayudarla de verdad", recordó.
“Estoy haciendo una petición personal para terminar con el estigma que rodea la adicción y un llamado a la acción para combatir la crisis de opiáceos”, escribió luego en su cuenta en Twitter.
Tras la muerte de su hija, Kennecke comenzó una organización llamada “Emily’s Hope” para ayudar a las personas adictas con pocos recursos que requieren un tratamiento.
El tratamiento del dolor con opiáceos y opioides ayuda en pacientes oncológicos y otros con enfermedades que conllevan un malestar crónico. Sin embargo, de consumirse sin receta médica puede generar adicción e incluso llevar a la muerte.
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