Astronautas norteamericanos protagonizaron en 1969 un momento histórico para la humanidad. "Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”, dijo el astronauta Neil Armstrong al llegar al a nuestro satélite.
Un 20 de julio de 1969, se hizo realidad un sueño que parecía imposible para la humanidad. Los astronautas norteamericanos Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin dejaban por primera vez la huella del hombre en la luna y plantaron la bandera de los Estados Unidos.
Fueron ocho días de viaje. La nave despegó desde Cabo Cañaveral (Florida, en los Estados Unidos) un 16 de julio y cuatro días después, a 384.400 kilómetros, el astronauta Neil Armstrong y sus compañeros pisaron por primera vez la Luna.
El primero en descender fue Armstrong, quien al agarrarse de las escaleras activó la cámara de televisión la cual transmitió imágenes a todo el mundo. Una vez hecho esto, describe lo que ve y al pisar el suelo a las 2:56 (hora internacional UTC), dijo la famosa frase: “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”.
Según la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA) además de tomar fotografías, equipo de astronautas instaló en la superficie un reflector de rayos láser, un sismógrafo, una pantalla para medir la intensidad del viento solar y tomó muestras del suelo (tierra y fragmentos de roca).
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