Ante la amenaza a la economía que supone la pandemia del nuevo coronavirus, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció además un plan de 300,000 millones de euros para evitar la quiebra de empresas.
Una vez más Europa saca a la luz su gran poder económico. Ante la amenaza de una gran recesión en el continente (como la del 2008) y la posible quiebra de pequeñas y grandes compañías por la crisis de la pandemia del nuevo coronavirus, las principales potencias, entre ellas Francia, anunciaron la inyección de miles de millones de euros para el normal funcionamiento de las actividades económicas.
El presidente Emmanuel Macron prometió que el Estado francés ayudará a las empresas que estén en riesgo de quiebra por el nuevo coronavirus, destinando 300,000 millones de euros para préstamos bancarios.
"Las que enfrentan dificultades no tendrán nada que pagar, ni los impuestos, ni las cotizaciones sociales", remarcó el jefe del Estado de la segunda economía más grande de la Unión Europea, refiriéndose también a la "suspensión de las facturas de agua, gas o electricidad y a los alquileres".
El mandatario dejó en claro en su mensaje a la nación que "ninguna francesa, ningún francés se quedará sin recursos", por considerar que el país galo se encuentra "en guerra sanitaria".
"No luchamos contra otro ejército ni contra otra nación, pero el enemigo está allí y avanza. Y esto requiere una movilización general y que todas las acciones del gobierno deben estar encaminadas a la lucha contra la epidemia, de día y de noche, y nada debe desviarnos de este objetivo", manifestó.
Actualmente, Francia es uno de los principales focos en Europa del nuevo coronavirus, ya que registra más de 6,000 infectados y 148 muertos por el COVID-19.
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