Hasta ahora en Dinamarca los matrimonios podían divorciarse sin necesidad de cumplir un período de reflexión ni presentarse ante un juez, pero en adelante las parejas con hijos tendrán que superar un curso en internet para disolver su unión.
Desde el pasado 1 de abril, un nuevo código de divorcio rige en Dinamarca: cada padre o madre tiene que haber seguido un curso en línea de 30 minutos. De lo contrario, la pareja continuará casada.
El módulo, disponible de manera gratuita, ha sido creado para ayudarlos a navegar en su nueva vida con sus hijos. Este proviene del programa "Cooperación después del divorcio", diseñada por investigadores de la Universidad de Copenhague y adoptada por la clase política como un paso fundamental para las parejas casadas que se separan.
En el caso de separación de parejas no casadas, los progenitores también pueden acceder al programa gratuito si lo solicitan. El curso, también disponible en forma de aplicación para plataformas móviles, tiene un total de 17 módulos que ofrecen soluciones concretas a situaciones potencialmente frustrantes: desde la organización de cumpleaños hasta las salidas escolares.
Sin embargo, no hay garantía de que los futuros divorciados utilicen todo el programa. Dinamarca registró casi 15.000 divorcios en 2018, casi la mitad (46,5%) de los matrimonios celebrados ese año. El 70% de los niños viven con ambos padres, mientras que en 1980, eran el 85%.
En este país donde el equilibrio entre vida privada y profesional es fundamental, los padres también se implican en el día a día de sus hijos. En caso de separación, la custodia compartida es cada vez más frecuente. Esta opción se duplicó en menos de 10 años, pasando de 16% en 2009 a un tercio en 2018, según datos del Centro de Análisis e Investigaciones (VIVE).
AFP
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