Los ladrones se llevaron dos coronas y un orbe pertenecientes al ornamento funerario de Carlos IX, rey de Suecia y de su esposa, la reina Cristina. Las joyas son de un valor inestimable, indicó la policía.
Dos históricas coronas pertenecientes a reyes suecos del siglo XVII fueron sustraídas por dos hombres que escaparon con el botín en un barco, anunciaron este miércoles las autoridades. Los ladrones penetraron el martes en la catedral de Strängnäs, a unos cien kilómetros de Estocolmo.
La policía sueca explicó que las cámaras de seguridad registraran a dos personas saliendo a mediodía de la iglesia y saltando a un pequeño barco atracada en el lago adyacente de Mälaren. "Estamos buscando en todas direcciones", aseguró el portavoz de la Policía de Estocolmo, Thomas Agnevik.
El diario Aftonbladet explicó que la catedral estaba abierta al público en el momento del robo. Para cuando la policía llegó al lugar de los hechos, los ladrones ya se habían fugado. Además de las dos coronas funerarias, los delincuentes se hicieron con una esfera y una cruz.
El robo
Los objetos se encontraban, según las normas de seguridad vigentes, en una vitrina equipada con una alarma, precisó el comunicado. La policía ha reconocido que pese a haber trabajado toda la noche no han logrado "avances significativos" en la identificación de los sospechosos ni han practicado ninguna detención.
La Policía sueca ha registrado el robo de las dos coronas en el sistema de Interpol para dificultar su venta.
“Se están mostrando imágenes (de las coronas) en los medios. Es simplemente imposible vender este tipo de objetos. Sólo podemos especular sobre sus intenciones y su conocimiento sobre estas coronas", dijo Maria Ellior, del departamento de Operaciones Nacionales de la Policía de Suecia en declaraciones a la agencia de noticias TT.
El antecedente
Ellior, que apuntó que el robo parecía bien planificado, destacó que la comunicación a Interpol implica que "incluso la policía internacional les estará pisando los talones".
Las dos coronas forman parte del atuendo funerario del rey Carlos IX -muerto en 1611- y su mujer, la reina Cristina, que falleció 14 años más tarde. Las dos coronas son de oro, aunque la del rey es de mayor tamaño y cuenta con adornos en plata, además de joyas y perlas.
De ser detenidos, los ladrones de estos objetos podrían ser condenados hasta a seis años de cárcel. En 2013 tuvo lugar otro robo de similares características en Suecia, cuando fueron sustraídas de Västeras una corona y un centro del atuendo funerario del rey Johan III. Estos dos objetos fueron encontrados días después en unas bolsas de basura. (EFE)
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