El parlamento de Francia adoptó este martes una ley que prohíbe a los padres infligir castigos corporales a sus hijos, una práctica que, aunque condenada por la ONU, sigue gozando de un amplio apoyo en el país.
El parlamento de Francia adoptó este martes una ley que prohibe a los padres infligir castigos corporales a sus hijos, una práctica que, aunque condenada por la ONU, sigue gozando de un amplio apoyo en el país.
Con esta ley, Francia se convierte en el 56º Estado que prohibe los castigos corporales a los niños. Suecia fue el primer país europeo en adoptar esta ley en 1979, seguido por Finlandia y Noruega.
Los senadores aprobaron el proyecto este martes por la noche en votación a mano alzada y por unanimidad. El texto quedará inscrito en el Código Civil que "la autoridad de los padres se debe ejercer sin violencia física ni psicológica".
No era la primera vez que se intentaba prohibir en Francia este tipo de castigos corporales. En 2016 se adoptó un proyecto de ley pero unos meses después fue rechazado por el Consejo Constitucional por un vicio de forma.
Según la Fundación para la Infancia, el 85% de los padres franceses recurren a castigos corporales con fines educativos. Los partidarios de la ley argumentan que estas prácticas, entre las cuales figuran las cachetadas o nalgadas, tienen consecuencias en la salud física y mental de los niños.
AFP
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