Después de casi tres meses de cierre por el coronavirus, todos los establecimientos en París pueden acoger a clientes en el interior desde este lunes, aunque la afluencia no es masiva.
Los propietarios de restaurantes en París esperaban este momento con impaciencia. Después de casi tres meses de cierre por el coronavirus, todos los establecimientos de la capital francesa pueden acoger a clientes en el interior desde este lunes, aunque la afluencia no es masiva.
"¡Estamos listos. Todos tenemos muchas ganas de trabajar!", dice con una sonrisa Francisco Ferrández, mientras termina de preparar las mesas de su restaurante, La Bocca, en una animada calle del centro de París, que se va llenando poco a poco.
El presidente Emmanuel Macron sorprendió el domingo al anunciar la reapertura completa de los restaurantes desde este lunes, antes de lo previsto inicialmente, tras registrar la cifra más baja de decesos --nueve en 24 horas-- desde mediados de marzo en todo el país.
Los parisinos ya podían tomar un café o degustar un plato en los restaurantes y brasseries desde el 2 de junio, pero únicamente en las terrazas exteriores. A la hora del almuerzo, las primeras mesas se van llenando, pero los gestos siguen siendo un poco torpes.
Pero no todos los restaurantes pudieron abrir sus puertas con tan poca anticipación. "En el mejor de los casos abriremos el miércoles", dice a la AFP Stéphane Manigold, dueño de cuatro restaurantes en París.
En el centro de la ciudad, algunos establecimientos legendarios del barrio seguían también con sus persianas bajadas, como el Vaudeville, donde en los años 1920 se codeaba la sociedad parisina.
Para poder recibir a los clientes, los restaurantes deben conservar un metro de distancia entre cada mesa y el personal llevar mascarillas. No obstante, otros parisinos siguen escépticos y está presente el temor ante una segunda ola de contagios.
AFP
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