Javier y su esposa ucraniana Kateryna huyeron de Kiev en medio de la tensión. El domingo 6 de marzo llegó a su natural Ica. "Fue muy duro", contó a RPP Noticias. Aquí su relato.
“'Vamos, Katiusha, vamos, tenemos que salir porque esto se va a poner peor. Nuestro bebe debe tener un futuro', le dije entre lágrimas (a mi esposa) y hemos salido”. Javier Prada Parvina, un peruano que radicaba en Ucrania, cuenta cómo vivió algunos momentos de su salida del país europeo, mientras este era atacado por Rusia.
Aún cansado por el largo viaje de retorno al Perú, Javier contó a RPP Noticias lo dificil que fue salir de Kiev, capital de Ucrania, debido a las explosiones que había entre el lugar donde vivía y el trayecto a la estación de trenes hacia Polonia. Para mayor tensión, su trayecto de huida lo tenía que hacer junto a su esposa ucraniana, Kateryna Prada, a quien llama de cariño 'Katiusha', y quien tiene seis meses de embarazo.
“La odisea para poder salir de Kiev fue muy dura (…) Desde el punto de partida de nuestro hogar hasta la estación de trenes, cada paso era muy peligroso. Estábamos muy asustados porque las bombas estaban muy cerca y los rusos estaban tratando de ingresar ya al mismo centro de Kiev, fue muy duro de verdad”, relató.
Los recuerdos y el peligro los mantiene intactos. “Se tumbaron una antena de televisión, nosotros viendo todo ello, caminando prácticamente encorvados. Yo con las maletas, mi esposa apenas con su mochilita porque no permitían llevar muchos bultos”, detalló.
Ucrania, un infierno
Javier Prada llegó el domingo 6 de marzo a Ica, lugar donde nació y donde pudo sentirse seguro al estar con su familia, quienes lo esperaban con angustia.
Sin embargo, no puede dejar de recordar la despedida y las palabras que sus suegros le dijeron al salir de Ucrania.
“Mi esposa no quería salir de Ucrania, porque la cultura es muy diferente. Allá son extremadamente pegados a la familia, yo he tenido que luchar prácticamente contra la ideología de mi esposa. Mi papá (suegro) me abrazó y me dijo: 'cuida a mi hija, cuídala por favor', y eso fue como una despedida. Mi suegra me abrazó y me dijo: 'todo estará bien no te preocupes, todo estará bien'”, nos contó.
Dejarlo todo
El joven iqueño de 29 años viajó hace seis años a Ucrania para hacer turismo. Fue tanta la conexión que sintitó que decidió quedarse y buscar un futuro mejor. Hace dos años se casó con Kateryna Prada, una joven ucraniana y ahora esperan a su primer hijo.
Javier reconoce que ha sido difícil dejar su hogar, sobre todo para Kateryna, quien – ahora - está lejos de su familia. También dejaron en Ucrania a sus mascotas; además, su situación se hace más difícil, pues los bancos bloquearon sus cuentas y los han dejado sin dinero, según contó Javier.
En Ucrania, Javier trabajaba en una inmobiliaria como agente de ventas. Ahora, en el Perú, solicita apoyo a las autoridades para conseguir trabajo y poder brindar a su esposa la atención que necesita ya que tiene seis meses de gestación.
“Deseo que esto de la guerra pase. Hemos dejado nuestro hogar, nuestra vida, pero yo y mi esposa vamos a regresar a Ucrania. A través de los medios trato de pedir, por favor, puedan ayudarnos. Nosotros estamos empezando desde cero (…)”, manifestó.
Por Edwin Herrera
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¿Por qué debería importarnos lo que sucede en Europa del este? Para entender la dimensión de lo que ocurre debemos repasar algo de historia: desde los pueblos eslavos a la Unión de Repúblicas Soviéticas (URSS), la caída del muro de Berlín y la cercanía a la OTAN por parte de Ucrania.Expertos nos cuentan su análisis para entender el conflicto.
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