En un hecho sin atecedentes, esta semana se resolvió el caso de una médica que aplicó la eutanasia a una paciente con demencia que, con su enfermedad avanzada, expresó contradicciones sobre su voluntad y "se asustaba al ver su propia imagen en el espejo".
Un tribunal de La Haya, en Holanda, absolvió a una geriatra del delito de "asesinato" del que se la acusaba por practicar la eutanasia a una anciana con Alzheimer que había dado señales contradictorias sobre su deseo a morir. La paciente de 74 años había pedido inicialmente la eutanasia, pero después no habría demostrado suficientemente su deseo de morir, según los fiscales.
"Concluimos que todas las exigencias de la legislación sobre la eutanasia fueron satisfechas. Por consiguiente, la sospechosa fue absuelta de todos los cargos", declaró la jueza Mariette Renckens en La Haya. "Pensamos que, teniendo en cuenta el estado de demencia profunda de la paciente, el médico no necesitaba verificar su deseo de eutanasia", indicó. Cuando se leyó el veredicto, la gente en la sala comenzó a aplaudir.
El caso, el primero de este tipo en Holanda -primer país en aprobar una ley sobre la eutanasia en 2002– puso de nuevo sobre la mesa el debate sobre el derecho de las personas con demencia a decidir sobre su propio destino. "El tribunal se da cuenta de que la eutanasia es una cuestión extremadamente sensible", añadió la jueza.
La eutanasia sólo está autorizada por la ley holandesa bajo estrictas condiciones. Hace falta que al menos dos médicos certifiquen que no hay otra solución razonable para el paciente y que su sufrimiento es insoportable y sin ninguna esperanza de mejora. La fiscalía, que no pedía ninguna pena contra la doctora Catharina A., consideraba sin embargo que tendría que haber tenido una conversación "más profunda" con la paciente.
La Haya en Holanda, donde se juzgó el caso
El veredicto y la eutanasia
La jueza rechazó esta acusación afirmando que la paciente estaba "profundamente demente" y "se asustaba al ver su propia imagen en el espejo". "Teniendo en cuenta el hecho de que la paciente no era coherente, la médica no habría podido establecer un juicio hablando con ella", dijo la jueza Renckens. "Mi clienta no estaba presente en el tribunal pero estoy seguro de que estará encantada con el veredicto", dijo el abogado de la médica, Robert-Jan van Eenennaam.
"Los jueces fueron muy claros en su veredicto, actuó bien. Pero mi cliente sigue considerando que un juicio penal no era la mejor manera de resolver el problema", dijo Van Eenennaam a la prensa. "Ahora vamos a estudiar atentamente el veredicto y decidir más tarde si vamos a apelar o no", dijo por su parte Sanne van der Harg, la portavoz de la fiscalía.
La doctora decidió, después de consultarlo con el marido y la hija de la paciente (entonces sus representantes legales) y con otros dos médicos independientes, practicarle la eutanasia a la anciana de 74 años porque cumplía los requisitos de "sufrimiento insoportable" y "enfermedad incurable". En su testimonio, la médica dijo haber utilizado Dormicum –un somnífero– mezclado con el café de la paciente. Cuando ésta manifestó signos de rechazo fue mantenida en la cama por su marido y su hijo mientras el médico le administraba la inyección letal.
Cuando supo que tenía Alzheimer, la mujer había escrito una declaración en la que pedía ser sometida a eutanasia en vez de que la trasladaran a una residencia especializada, según la fiscalía. Luego un médico geriátra consideró que la paciente respondía a las condiciones necesarias para beneficiarse de la eutanasia. Dos médicos independientes confirmaron el diagnóstico, como requiere la ley. "Esta demanda de eutanasia fue hecha cuando la paciente todavía controlaba todos sus sentidos", dijo la jueza. (Con información de AFP y EFE)
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