El mandatario consideró que Francia "no ha cedido" ante los atentados yihadistas sufridos en 2015 en su territorio y se mostró "orgulloso" de la respuesta de sus compatriotas.
El presidente francés, François Hollande, dijo, en su discurso a la nación con motivo del final de año, que su país "no ha terminado con el terrorismo" y reconoció que "la amenaza sigue ahí, en su nivel más alto".
El mandatario consideró que Francia "no ha cedido" ante los atentados yihadistas sufridos en 2015 en su territorio -que causaron 147 muertos- y se mostró "orgulloso" de la respuesta de sus compatriotas.
En una alocución grave de algo menos de nueve minutos, Hollande calificó el año que se despide hoy como de "sufrimiento y resistencia" y agregó que, pese a todo lo acontecido, los franceses "se han mantenido en pie".
"Pese al drama, Francia no ha cedido. Pese a las lágrimas, se ha mantenido de pie. Frente al odio, ha mostrado la fuerza de sus valores, los de la República", aseguró.
Comenzó sus palabras con un recuerdo "a las víctimas del fanatismo y a sus familias", caídas en una "tragedia grabada en cada una de nuestras memorias que nunca podrá borrarse".
Hollande recordó que las fuerzas de seguridad "frustran regularmente" atentados terroristas en suelo francés y señaló que por esa razón su Ejército "ha intensificado los bombardeos sobre el Dáesh (el grupo yihadista Estado Islámico) en Siria e Irak" que continuarán "el tiempo que sea necesario".
El presidente aludió a su decisión de introducir en la Constitución la posibilidad de privar de la nacionalidad francesa a los binacionales que hayan sido condenados en firme por terrorismo, una medida que ha provocado la controversia en Francia.
"Ahora es el turno del Parlamento. El debate es necesario, debe tener lugar", dijo al respecto de una decisión que pretende mantener y que cuenta, según los sondeos, con un amplio respaldo entre la sociedad francesa.
EFE
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