Kelly Hope dijo que actuó "por amor a sus hijas" de 11 y 16 años. Hace 5 años se divorció de su pareja, Dan Pyatt, pero siempre se mantuvo pendiente del progreso de su enfermedad renal.
El amor a lo hijos lo puede todo. Un acto noble es lo que realizó Kelly Hope, una mujer inglesa que decidió ser la donante de su exesposo, de quien se había divorciado hace 5 años. Ella le donó un riñón para que sus hijas no se quedaran sin padre.
"Puede que no estemos casados ahora, pero todavía somos una gran familia y tuve que hacer ese sacrificio para mantener a nuestra familia unida", dijo Kelly al diario Mirror.
Su exesposo Dan Pyatt se opuso a que ella le donara el riñón, pero la acción de ella fue por salvaguardar la familia. Después de someterse a diversos exámenes de compatibilidad, la cirugía resultó exitosa y se convirtió en un caso atípico en el Guy’s Hospital de Londres.
En la entrevista al diario inglés, Kelly narra que se conoció con Dan cuando tenían 11 años, empezaron a salir a los 18 y 13 años después se casaron. Pero antes de cumplir un año de casados, el hombre fue diagnosticado de una enfermedad renal incurable.
La salud de Dan fue empeorando con los años, y con ello la relación con su esposa. El ambiente hogareño se tornó conflictivo y decidieron separarse para evitar que sus hijas, de 16 y 11 años, se vean afectadas.
“Todos nos dicen: '¿Seguramente volverán a estar juntos ahora?', pero nos ha acercado de una manera diferente", comentó Kelly a Mirror.
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