Irlanda levantó el martes las restricciones impuestas contra la propagación del coronavirus. Museos, bibliotecas, cines, lugares de culto, peluquerías o salones de belleza pudieron reabrir.
En Irlanda se lanzaron a una fiebre de compras navideñas el martes, cuando el país salió de su segundo confinamiento contra el coronavirus, permitiendo que se reanudaran las ventas al por menor tras seis semanas de duras restricciones.
Decenas de personas esperaban para la reapertura a media mañana de los grandes almacenes de lujo Brown Thomas, decorados con motivos navideños, en una zona muy comercial del centro de Dublín.
Rodeada de bolsos de diseño, una clienta reconoció a los vendedores que se había tomado la mañana libre en el trabajo para ir de compras. El paréntesis de seis semanas "ha sido muy duro", dijo a la AFP el director de Brown Thomas, Mark Limby.
Irlanda levantó el martes las restricciones impuestas contra la propagación del coronavirus desde el 22 de octubre y también pudieron reabrir museos, bibliotecas, cines, lugares de culto, peluquerías o salones de belleza.
Ryan Kelly, copropietario del salón de tatuajes Heartbreak Social Club, acababa de abrir una segunda tienda en octubre, cuando Irlanda volvió a ser confinada.
Cerca de allí, la galería comercial George's Street Arcade, que acoge a 40 minoristas independientes, cerró por primera vez desde 1892 en marzo, cuando Irlanda entró en su primer cierre.
El martes, los comerciantes volvieron a levantar sus persianas por segunda vez. El viernes, también podrán abrir en toda Irlanda los pubs y restaurantes que sirven comida, aunque los establecimientos que sólo sirven bebidas permanecerán cerrados.
Antes de Navidad, el gobierno ha instado a la población a usar las mascarillas también al aire libre en las "calles concurridas". Ya era obligatorio hacerlo en el interior de los comercios.
Irlanda, país de cinco millones de habitantes, ha registrado más de 2.050 muertes confirmadas por COVID-19.
AFP
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