Desde el último viernes 11 de noviembre, el himno ucraniano volvió a sonar en Jersón, tras la retirada de las tropas rusas que habían capturado la ciudad poco después del inicio de la invasión.
Las autoridades ucranianas empezaron este sábado a desminar Jersón y a documentar "crímenes" cometidos durante los ocho meses de ocupación rusa en esa ciudad del sur del país.
El himno ucraniano volvió a sonar el viernes en Jersón, tras la retirada de las tropas rusas que la habían capturado poco después del inicio de la invasión ordenada por el presidente Vladimir Putin a fines de febrero.
Jersón es "nuestra", proclamó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tras la partida de los invasores, confrontados desde hace semanas a una importante contraofensiva en el sur y el este.
La televisión ucraniana volvió a funcionar en la ciudad y el proveedor de energía de la región indicó que estaba trabajando para restablecer el suministro eléctrico.
El jefe de la policía ucraniana, Igor Klymenko, reveló que unos 200 agentes estaban montando controles de carretera y registrando "los crímenes de los ocupantes rusos".
También pidió cautela a los habitantes por las posibles minas terrestres colocadas por las tropas rusas. Un policía resultó herido mientras desminaba un edificio administrativo, recordó.
Una mujer y dos niños fueron trasladados al hospital después de que un artefacto explosivo estallara cerca de su coche en el pueblo de Mylove, en la región, informó la policía.
En el distrito de Berislav, a unos 75 km de la ciudad de Jersón, la policía ucraniana dio parte de bombardeos rusos que dejaron "muertos y heridos", sin dar más detalles.
"Rusia aún no ha usado todo su arsenal"
Jersón era la única capital regional que había caído en manos rusas y su liberación representa un importante revés para Moscú.
La región homónima fue además una de las cuatro que Putin proclamó anexionadas a Rusia en septiembre, prometiendo que usaría todos los medios a su disposición para defenderla.
Si las tropas de Kiev logran reconquistar la totalidad de la región, con acceso al mar Negro y el mar de Azov, cortarían la comunicación terrestre entre Rusia y la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
Pese al repliegue, el Kremlin insiste en que Jersón sigue siendo parte de la Federación de Rusia. "No hay cambios en esto y no puede haberlos", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El expresidente ruso Dmitry Medvédev volvió a insinuar el sábado que Moscú podría utilizar armas nucleares.
"Por razones que son obvias para todas las personas razonables, Rusia aún no ha usado todo su arsenal de posibles medios de destrucción", afirmó Medvédev en Telegram. "Hay un tiempo para todo", añadió.
Ucrania, por su lado, considera que la contraofensiva aún no concluyó.
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó que los países occidentales, aliados de Ucrania, se encaminaban hacia una "victoria conjunta" de "todas las naciones amantes de la paz en todo el mundo".
"Eran muy pocos los que creían que Ucrania sobreviviría", afirmó Kuleba, al reunirse con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una cumbre del Sudeste Asiático en Camboya.
Blinken elogió la "extraordinaria valentía" del ejército y el pueblo ucraniano y prometió que el apoyo de Estados Unidos "continuará durante todo el tiempo que sea necesario" para derrotar a Rusia.
"La guerra continúa"
En Kiev, la liberación de Jersón fue recibida con júbilo.
Los residentes de Jersón instalados en la capital, se congregaron en la céntrica plaza Maidán envueltos en banderas ucranianas, cantando el himno nacional y brindando con champagne.
"Al principio no lo creía, pensé que tomaría semanas y meses, unos pocos cientos de metros a la vez, y ahora vemos que llegaron a Jersón en un día, es la mejor sorpresa", declaró Artem Lukiv, de 41 años.
En Londres, el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, dijo que la situación en Jersón podría llevar a los rusos de a pie a cuestionar la guerra.
"La retirada anunciada por Rusia de Jersón marca un nuevo fracaso estratégico para ellos. En febrero, Rusia no logró capturar los principales objetivos que se había fijado, exceptuando [la toma] de Jersón", recordó Wallace.
"Ahora, con (esta ciudad) también abandonada, la gente en Rusia debe preguntarse: '¿Para qué sirve todo esto?'", añadió.
Sin embargo, el canciller ucraniano Kuleba advirtió que "la guerra continúa" y que Kiev sigue viendo que "Rusia moviliza más reclutas y lleva más armas a Ucrania".
(Con información de AFP)
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