El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó "Preparados y Resilientes en las Américas", una iniciativa que destinará US$10 millones para fortalecer la preparación y respuesta de América Latina y el Caribe frente a desastres naturales.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este 30 de marzo de 2025 el lanzamiento de Preparados y Resilientes en las Américas, un programa regional destinado a incrementar la resiliencia de América Latina y el Caribe ante el creciente riesgo de desastres naturales.
Con un financiamiento no reembolsable de US$10 millones entre 2025 y 2030, esta iniciativa busca mejorar la preparación, agilizar las respuestas y garantizar una protección financiera efectiva frente a emergencias que afectan anualmente a millones de personas y las economías de la región.
Un esfuerzo conjunto para enfrentar desastres naturales
El lanzamiento tuvo lugar durante las Reuniones Anuales de 2025 del BID y BID Invest, en una sesión plenaria que contó con la participación del presidente del BID, Ilan Goldfajn, y el ministro de Hacienda de Chile, Mario Marcel.
Chile, copatrocinador del programa, ha desempeñado un papel clave en su desarrollo, mientras que 37 países miembros ya han firmado la declaración de adhesión.
La región, la segunda más vulnerable a desastres naturales en el mundo, registró en 2024 un total de 74 eventos catastróficos que dejaron cerca de siete millones de afectados y pérdidas económicas por US$10.000 millones.
Goldfajn destacó la urgencia de la iniciativa: “Fortalecer la resiliencia ante desastres naturales ya no es opcional; es una necesidad. Este programa dotará a los países de herramientas avanzadas, promoverá una respuesta coordinada y cerrará brechas de financiamiento con instrumentos como bonos de resiliencia”.
Por su parte, Marcel subrayó la experiencia de Chile con incendios, inundaciones y terremotos, enfatizando la importancia de una gestión integral que combine prevención y acción colaborativa.
Tres pilares para la resiliencia regional
Preparados y Resilientes en las Américas se estructura en tres ejes principales. El primero se centra en proporcionar herramientas tecnológicas avanzadas para evaluar riesgos y costos, mejorar sistemas de alerta temprana y fortalecer la protección social para las poblaciones más vulnerables.
El segundo pilar establece una red de colaboración entre países, organismos internacionales y el sector privado, asegurando una respuesta rápida y coordinada en momentos de crisis.
Finalmente, el tercer eje impulsa instrumentos financieros innovadores, como bonos catastróficos y swaps, para optimizar la capacidad económica de los países frente a desastres.
Alianzas estratégicas y tecnología al servicio de la región
El programa cuenta con el apoyo de 16 socios del sector privado, organizaciones no gubernamentales e internacionales, quienes aportarán innovaciones tecnológicas y soluciones financieras.
Estas alianzas buscan optimizar costos, mejorar la preparación y garantizar la disponibilidad de bienes y servicios esenciales tras una catástrofe. Entre las prioridades está el desarrollo de sistemas de alerta más precisos y la promoción de seguros para sectores clave como la agricultura y la infraestructura.
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