Buses del Metro abarrotados de personas sin posibilidad de mantener el distanciamiento son imágenes que se repiten en las redes sociales de Panamá.
Las autoridades de Panamá dijeron este sábado que evalúan estrategias para disminuir los contagios de la COVI-19 en el transporte público, señalado como uno de los focos del repunte de la enfermad en el país, que acumula ya 190 585 casos confirmados y 3 331 muertes desde marzo.
"Para la época de fin de año, cuando muchas personas utilizan el servicio del transporte público, es importante seguir manteniendo las medidas de bioseguridad para disminuir la probabilidad de contagios, mientras que los pasajeros deben procurar su autocuidado", dijo el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre.
Buses y andenes del Metro abarrotados de personas sin posibilidad de mantener el distanciamiento físico son imágenes que se repiten en los medios de comunicación y redes sociales de Panamá, en medio de la alerta de los propios usuarios y de expertos locales que hablan ya de una eventual desbandada de contagios.
El pasado 12 de octubre Panamá reabrió casi por completo su economía tras más de siete meses cerrada, y el repunte que se registra desde la primera semana de noviembre se ha asociado a ella, así como al desorden de un sector minoritario de la población.
El Ministerio de Salud (Minsa), dijo que este sábado Sucre se reunión con las autoridades del Metro y de Tránsito y Transporte Terrestre, reiteró "que es obligatorio el uso de mascarillas en el transporte de pasajeros", y habló de estimular y reforzar "el uso adicional de pantallas faciales como barrera complementaria de protección ante la covid-19".
A raíz del repunte de las últimas semanas, las autoridades han endurecido las sanciones y las medidas contra el coronavirus con la ampliación del toque de queda nocturno y la prohibición de venta de licor en esas horas en las provincias de Panamá, donde está la capital, y la contigua Panamá Oeste -que aglutinan a casi la mitad de la población del país- y han asegurado que quieren evitar un nuevo cierre de la golpeada economía.
ESTADÍSTICAS
Panamá sumó este sábado 2.806 nuevos casos de la COVID-19 y 22 nuevas defunciones por la enfermedad, lo que elevó hasta 190.585 los casos confirmados y a 3.331 las muertes desde marzo pasado.
La cifra de 2 806 nuevos contagios en un día es un récord para este país de 4,2 millones de habitantes, que es uno de los que más pruebas realiza en el continente para detectar la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus SARS-CoV-2: 16 400 en las últimas 24 horas.
Panamá se ubicaba a inicios de diciembre como el segundo país de América con la mayor tasa de incidencia de la enfermedad, dijo a Efe el representante en el país de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) / Organización Mundial de la Salud (OMS), Gerardo Alfaro.
Para este sábado hay 1 448 pacientes hospitalizados, 183 en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y 1 265 en sala general, mientras que 24 469 están aislados en sus casa y otros 696 en hoteles-hospital.
La letalidad de la COVID-19 se sitúa en el 1,7 % en Panamá, una de las más bajas de la región, mientras que 160 641 pacientes se han recuperado de la enfermedad, según las cifras oficiales.
EFE
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