Ronna Rísquez, autora del libro "El Tren de Aragua", dijo en RPP que es importante entender que hay una nueva forma de crimen organizado en América Latina que debe ser estudiada para poder enfrentarla.
Ronna Rísquez, periodista venezolana y autora del libro "El tren de Aragua", comentó en el programa especial Tema de Fondo que existen dos factores que son claves para entender la grave situación de violencia que se vive en Ecuador y que, a su vez, debería importar a toda Latinoamérica para evitar un escenario similar. "Uno es la situación de los sistemas carcelarios de nuestros países. Tenemos que entender que no puede ser casual que en Ecuador estén saliendo estos grupos de crimen organizado de las prisiones o que estén usando las prisiones como bases de operaciones, como centro para reclutar a otras personas o como lugares para obtener sus primeras rentas", indicó.
"El otro factor creo que es que estamos viendo un quiebre en la forma de operar del crimen organizado. Estos grupos tienen particularidades diferentes, tienen en algunos casos conexiones con las autoridades, con los funcionarios de distintos niveles del Estado. Hay que entender que hay una nueva forma de crimen organizado que debemos comenzar a estudiar para saber cómo se va a actuar ante estas organizaciones criminales", agregó.
Asimismo, Rísquez ssotuvo que es importante entender que en la actualidad el crimen organizado no tiene fronteras y no tiene nacionalidad. Un ejemplo de ello es la relación que tienen algunas organizaciones criminales de Ecuador con diferentes cárteles mexicanos.
"Lo que está pasando es que hay un cambio en el crimen, en la forma de actuar de las pandillas, de los grupos de de crimen organizado. Lo que es importante tener en cuenta es que el caso de Ecuador demuestra que no importante de donde viene el grupo. Es un problema global, de la región", aseguró.
Por otra parte, sostuvo que la única manera de que los grupos criminales puedan sobrevivir, expandirse y fortalecerse es gracias a la corrupción y la penetración en las instituciones del Estado. "En el caso del Tren de Aragua y en el caso de las prisiones venezolanas la mayoría de las armas que tenían eran armas que habían salido de la fuerza armada venezolana, también obviamente hay un mercado negro en otros países que van rodando, se van como reciclando en toda la región. Algo básico para que estos grupos puedan seguir funcionando necesitan la complicidad de funcionarios de instituciones del Estado", apuntó.
Asimismo, mencionó que las organizaciones criminales se han dado cuenta que tener el control de las prisiones les da varias ventajas para cometer sus actos delictivos. "Dentro de la cárcel tienen una potencial mano de obra vulnerable para reclutar, mano de obra criminal (...) Además, estar dentro de la prisión les da una seguridad, una especie de anillo de protección de sus propios presos que los protegen de ataques de otros grupos y que los protegen de las autoridades", sostuvo.
Por su parte, el periodista de Guatemala, Carlos Arrazola, aseguró que su país no ha llegado a niveles de violencia como Ecuador; sin embargo, sí existe mucha preocupación en la ciudadanía porque ha incrementado la participación de cárteles del narcotráfico de México, principalmente en la zona norte de Guatemala. "Algo más que preocupa en materia de seguridad es que hace aproximadamente 5 años Guatemala ha dejado de ser exclusivamente paso del narcotráfico, sino también se ha convertido en productor de pasta de coca", añadió.
Arrazola mencionó que en la mayoría de países latinoamericanos no existen políticas públicas destinadas a la rehabilitación de aquellas personas que ingresan a los centros penitenciarios. Ello, indicó, hace que las prisiones se conviertan en una suerte de "academias del crimen" donde llegan todo tipo de delincuentes y desde donde se dirigen a las bandas que operan en el exterior.
En tanto, Jean Paul Bardellini, periodista ecuatoriano de Radio Latina, mencionó en RPP que la actual crisis en Ecuador es el reflejo de algo que América Latina se ha negado a ver: las redes de las mafias criminales se están infiltrando en los países de la región aprovechándose de las debilidades y vulnerabilidades que hay en las sociedades.
¿Qué se debe hacer en Perú para evitar una situación como la de Ecuador? El exministro del Interior Carlos Morán dijo en RPP que para evitar una crisis de violencia parecida a la de Ecuador, es necesario fortalecer la institucionalidad del Estado, principalmente a la Policía Nacional "que es por ley el órgano encargado de combatir al delito".
"El tren de Aragua se ha infliltrado en Perú, le ha quitado mercado a las bandas locales, están en los conos, están controlando el mercado de trata de personas y de los préstamos gota a gota, pero lo resaltable es que todavía no controlan el narcotráfico como lo controlan en Ecuador. Ahora es el momento adecuado para que el gobierno fortalezca a la Policía y se pueda atender este problema con inteligencia, con capacidad, tecnología", acotó.
En ese sentido, Morán manifestó que nuestro país aún está a tiempo de crear un organismo que se dedique específicamente a combatir el fenómeno de la criminalidad. "Estamos en el mejor momento porque este problema de criminalidad organizada está creciendo en el Perú. Si no tomamos medidas hoy, más adelante podemos lamentarnos", refirió.
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