Es el tercer mandato consecutivo del sandinista, está vez junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidente, algo inédito en la historia de Nicaragua.
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, fue investido ayer para su cuarto mandato, de cinco años, y tercero consecutivo, está vez junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidente, algo inédito en la historia de Nicaragua.
Ortega y Murillo fueron investidos en presencia de sus aliados y homólogos Nicolás Maduro, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia, en un acto celebrado en la Plaza de la Revolución, en Managua.
También de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen; el mandatario de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y el de Honduras, Juan Orlando Hernández.
Antes de recibir la banda presidencial, Ortega hizo el juramento de rigor y la promesa de respetar la Constitución de la República, y las leyes.
Previamente juró su cargo la nueva vicepresidenta de la República, Rosario Murillo.
Ambos lo hicieron ante el nuevo presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), el oficialista y líder sindical Gustavo Porras.
Ortega, de 71 años, asumió su cuarto mandato, el tercero desde el 2007 cuando retornó al poder, en una ceremonia a la que también acudió el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica de España, Fernando García-Casas; y el considerado "número tres" del régimen norcoreano, Choe Ryong-hae.
La fórmula compuesta por Ortega y Murillo ganó ampliamente las elecciones generales del 6 de noviembre pasado, en medio de fuertes críticas por la eliminación legal del principal grupo opositor, la prohibición de la observación electoral y un nivel de abstencionismo nunca antes visto en el país, que sin embargo no fue reconocido por el Consejo Supremo Electoral.
Ortega fue reelegido con el 71,5 % de los votos en esos comicios y su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), obtuvo 70 de los 90 escaños en disputa, cantidad suficiente para reformar la Carta Magna. (EFE)
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