Brasil celebró 194 años de independencia. Simpatizantes de Dilma Rousseff politizaron la celebración y protestaron contra el actual presidente Michel Temer.
El presidente brasileño, Michel Temer, encabezó hoy por primera vez el Desfile del Día de la Independencia, que los simpatizantes de la exmandataria Dilma Rousseff, destituida la semana pasada, convirtieron en una jornada nacional de protestas.
Celebración. La celebración de los 194 años de la Independencia de Brasil de la corona portuguesa fue aprovechada por los partidarios de Rousseff para manifestar su rechazo al juicio político que siete días atrás la despojó del mandato por un irregular manejo de los presupuestos.
Temer asume. La vacante dejada por la destitución de Rousseff fue ocupada por Temer, su antiguo vicepresidente, quien hoy asistió por primera vez a un acto de masas desde que ocupa el poder y escuchó tanto aplausos como abucheos, aunque estos últimos fueron más ruidosos.
Multitud. A lo largo de los tres kilómetros que recorrió de la Explanada de los Ministerios, el paso del vehículo en que se trasladaba Temer fue aplaudido pero también abucheado por muchas de las cerca de 30.000 personas que se congregaron para asistir al desfile.
Manifestaciones. La manifestación más numerosa se realizó en Sao Paulo, donde la policía no calculó el número de asistentes, que según dijeron los organizadores llegó cerca de las 20.000 personas, que tomaron parte de la céntrica avenida Paulista con su protesta contra Temer.
Militantes. En Río de Janeiro, militantes del PT y otras formaciones del arco de izquierdas ocuparon las calles del centro de la ciudad y, como en todos los casos, la manifestación transcurrió en forma pacífica y sin mayores incidentes, informó la agencia EFE.
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