La Fiscalía de Nueva York acusa al mandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández, de conspirar con su hermano "para usar el tráfico de drogas para mantener y aumentar su poder político”.
El gobernante de Honduras, Juan Orlando Hernández, negó las acusaciones de haber usado dinero del narcotráfico en su campaña de 2013, cuando ganó la Presidencia del país, como apunta un documento de la Fiscalía del distrito sur de Nueva York divulgado este sábado.
En el documento de la Fiscalía del distrito sur de Nueva York, presentado como parte del caso en contra del hondureño Juan Antonio "Tony" Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández, se implica al mandatario en una conspiración para usar dinero del narcotráfico con el fin de llegar al poder.
“El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, niega categóricamente las perversas y falsas acusaciones del traficante de drogas, identificado como (el exalcalde) Alexander Ardón por la cadena Univisión”, indicó la Presidencia del país centroamericano en un comunicado.
La Presidencia hondureña indica que “la señal más clara de quién es quién en la guerra contra el narcotráfico, es ver quién luchó y logró la aprobación de la extradición, la medida que más temen los carteles de la droga”.
“Aún contra una feroz oposición y amenazas, fue el presidente Hernández quien lideró la batalla para aprobar la extradición. Además, su lucha continuó hasta lograr que la extradición se aplicara desde el inicio de su primer mandato presidencial”.
Cuestión familiar
Más de 40 presuntos narcotraficantes han sido extraditados a Estados Unidos desde 2014, mientras que otros “temiendo su captura y extradición negociaron su propia rendición ante las autoridades estadounidenses, prometiendo que acusarían a otros a cambio de una reducción de su condena”.
El gobernante hondureño ha sido “implacable en la batalla contra los narcotraficantes sin importar las represalias previsibles, hasta el punto de que uno de sus 17 hermanos, un hermano menor, ahora está siendo juzgado en Nueva York con base en el testimonio precisamente de miembros de un temido cartel de drogas” que su Gobierno “persiguió”.
El documento presentado en el Distrito Sur de Nueva York implica a Hernández en una conspiración con su hermano Juan Antonio Hernández Alvarado, preso en EE.UU. y otros funcionarios de alto nivel, incluido el exgobernante Porfirio Lobo (2010-2014) "para usar el tráfico de drogas para mantener y aumentar su poder político”.
"El documento de la corte no se refiere a Juan Orlando Hernández por su nombre, sino solo como CC-4 (co-conspirador-4), quien se describe como elegido presidente de Honduras a fines de 2013", mientras que Lobo es identificado como CC-3, añade el documento.
Según los fiscales, Juan Antonio Hernández, detenido en Miami en noviembre de 2018 y trasladado a Nueva York, donde se enfrenta a los mismos cargos por tráfico de drogas, le dijo al exalcalde Amílcar Alexander Ardón, identificado en el documento como CW-3, que "podrían formar una asociación particularmente exitosa basada en la protección de CC-3 (Porfirio Lobo) y CC-4 (Juan Orlando Hernández) si ganaban en las elecciones de 2009.
Apoyo para su campaña
También que creía que CC-4 seguiría a CC-3 como presidente de Honduras y "continuaría protegiéndolos".
En la página 5 del documento se habla de una reunión sostenida en el año electoral del 2009, en la que presuntamente CW-3 (Ardón), quien enfrenta juicio en EE.UU., se habría reunido con CC-3 (Lobo) quien, según la Fiscalía, le pidió "apoyo financiero y logístico" para su campaña y para la de CC-4 (Juan Orlando Hernández, congresista en ese momento).
A cambio de ello, se ofreció protección y el nombramiento de un pariente para un puesto político, y según los fiscales, se acordó proporcionar dos millones de dólares.
Los fiscales alegan además que Juan Orlando Hernández pidió ayuda para llegar a la presidencia del Congreso, lo que logró en 2010 y posteriormente para su primera campaña presidencial "sobornando a los políticos locales".
Según tribunal del distrito Sur de Nueva York, Ardón participó entre 2000 y 2015 en el proceso, recibimiento, transporte y distribución de "grandes cantidades de cocaína que llegaron a Honduras en aviones y barcos rápidos". EFE
Comparte esta noticia