El tribunal concluyó que el Estado brasileño es responsable de graves abusos laborales catalogados como esclavitud moderna.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) encontró culpable al Estado de Brasil por esclavitud y trata de personas en perjuicio de trabajadores rescatados de la Hacienda Brasil Verde, ubicada en el norte de la localidad de Pará.
La sentencia, publicada tras ser notificada a las partes, declaró que el Estado es responsable por violación del derecho a no ser sometido a esclavitud y trata de personas, por infringir las garantías judiciales de debida diligencia y de plazo razonable, así como del derecho a la protección judicial.
Desprotección laboral. El caso se remonta a los años 1989, 1993, 1997 y 2000, cuando las autoridades estatales realizaron varias inspecciones a la hacienda, donde establecieron que había "algunas fallas" e "irregularidades" laborales.
Según la demanda de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a pesar de que el Estado de Brasil tenía conocimiento de trabajo esclavo, no adoptó medidas razonables de prevención y respuesta, ni dio a las víctimas un mecanismo judicial efectivo para la protección de sus derechos.
Explotación. Durante una audiencia realizada el pasado febrero, en San José, testigos indicaron a los jueces que los empleados no podían salir de su lugar de trabajo, recibían amenazas de muerte, no les pagaban un salario decente y tenían malas condiciones de vivienda, alimentación y salud.
En el caso que analizó la CorteIDH, los trabajadores fueron reclutados por un "coyote" (traficante de personas) en las localidades más pobres del país y viajaron varios días en autobús, tren y camión hasta llegar a la Hacienda. Posteriormente, sus cédulas de trabajo fueron retenidas.
Condiciones infrahumanas. Las jornadas de trabajo eran de 12 horas o más, dormían en ranchos, sin electricidad, camas ni armarios, la alimentación era insuficiente, los empleados se enfermaban con regularidad, no se les daba atención médica y sus labores las realizaban bajo amenazas y vigilancia armada.
El Tribunal internacional explicó que este es el primer caso sobre esclavitud y trata de personas que resuelve, por lo que tuvo la oportunidad de desarrollar y actualizar el contenido de estos conceptos conforme a la Convención Americana y el derecho internacional. (EFE)
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