Pese a que el Estado elevó en un 27,5 % sus inversiones en seguridad entre 2007 y 2016, Brasil registró en 2016 un récord de 61,619 homicidios.
El combate a la criminalidad y los daños causados por la violencia le generan cada año a Brasil gastos por 365,000 millones de reales (unos 96.052,6 millones de dólares), el equivalente al 5,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país, según cálculos de la patronal de los industriales.
El valor fue calculado por la Confederación Nacional de los Industriales (CNI) y consta en un estudio que será entregado a los principales candidatos a las elecciones presidenciales de octubre próximo durante el debate entre los aspirantes que la entidad promoverá el miércoles próximo en Brasilia.
El estudio, cuyos resultados fueron anticipados hoy por el diario O Globo, suma tanto lo que el Gobierno invierte en seguridad y en el sistema carcelario como lo que el sector privado gasta para financiar su seguridad y los costos adicionales generados por la violencia, como aumento de los fletes, encarecimiento de los productos, elevación del precio de los seguros, evasión de inversiones o tratamiento del estrés de los empleados.
Según la patronal de los industriales, los gastos públicos en seguridad suman anualmente 101,000 millones de reales (unos 26,578,9 millones de dólares) y los privados llegan a 264,000 millones de reales (unos 69,473.7 millones de dólares).
La creciente violencia
El estudio indica que los gastos generados por la creciente violencia en Brasil, equivalen tanto a la producción agropecuaria del país (5,3 % del PIB) como a los recursos generados por la construcción (5,2 %).
Igualmente revela que, ante el aumento de la inseguridad, el Estado elevó en un 27,5 % sus inversiones en seguridad en el decenio comprendido entre 2007 y 2016.
Pese al aumento de esa inversión, los robos de carga en Brasil crecieron en un 31 % en el período de 10 años analizados y los asaltos a instituciones financieras en un 47 %.
El informe fue elaborado con base en datos publicados entre 2012 y 2016 por el estatal Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA) y por la organización no gubernamental Fórum Brasileño de Seguridad Pública.
Pera la propia CNI admite que sus cálculos son conservadores y que el costo de la violencia en Brasil puede ser mayor. "Todas las pérdidas generadas por la violencia son difíciles de calcular. Los daños tienen potencial de ser muy superiores a los que calculamos", afirmó la especialista en políticas para la industria de la CNI Maria Carolina Marques, en declaraciones a O Globo.
EFE
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