El expresidente está recluido desde el 7 de abril en la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cumplió este jueves 300 días en prisión, fecha que coincide con el término del plazo para las nominaciones de posibles aspirantes al Premio Nobel de la Paz, para el que el Partido de los Trabajadores (PT) protagonizó una intensa campaña a favor de Lula.
El expresidente está recluido desde el 7 de abril en la sede de la Policía Federal de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, donde cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero.
A lo largo de diez meses, el exlíder sindical recibió centenares de visitas, entre ellas el expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, el eurodiputado italiano Roberto Gualtieri y el exmandatario del Partido Social Demócrata alemán Martin Schulz.
En 1980, Lula (2003-2010) pasó 31 días encarcelado por haber desafiado la dictadura militar (1964-1985) que comandaba el país en aquel entonces, y, cuatro décadas después, alega que ha vuelto a ser un "preso político".
Bajo esta consigna, el Partido de los Trabajadores se unió a la campaña iniciada por el ganador del Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, e intensificó los clamores para que Lula sea candidato al galardón este año.
Asimismo, la formación divulgó este jueves una nota en la que asegura que, en los 300 días de encarcelamiento, la única "certeza" es que Lula es un "preso político".
El PT justificó su afirmación al considerar que el expresidente tuvo sus derechos constitucionales negados al ser impedido de comparecer al funeral de su hermano mayor, Genival Inácio da Silva, fallecido el martes a los 79 años a raíz de un raro tipo de cáncer. (EFE)
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