El ex CEO de la constructora que lleva su apellido pasará el resto de su condena en su mansión de Sao Paulo con una tobillera electrónica.
El expresidente de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, condenado en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, pasará este martes a régimen de arresto domiciliario luego de dos años y medio en una cárcel de Curitiba. Según reporta O'Globo, salió esta mañana del Complejo Médico-Penal de Pinhais hacia los juzgados de primera instancia de la misma ciudad, donde le colocaron una tobillera electrónica que portará durante el resto de su pena.
Cerca del mediodía, viajó en su avión privado hasta Sao Paulo, donde su mansión está ubicada en uno de los barrios más pudientes de la ciudad. El empresario, al que apodaron "el príncipe", pasará los próximos dos años y medio confinado en su residencia con la tobillera. Progresivamente, se irá ampliando su grado de libertad conforme se acerque el final de su condena de 10 años.
El CEO de la corrupción
La vida de Odebrecht dio un vuelco de 180 grados cuando el 19 de junio de 2015, fue detenido como párte de la Operación Lava Jato, que investiga desde hace casi cuatro años la trama corrupta que desvió millonarios recursos de la petrolera estatal Petrobras. En diciembre de ese año, renunció a la dirección y a los consejos de administración de las compañías del grupo, presente en 25 países. El 8 de marzo de 2016, fue condenado a 19 años y 4 meses por corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación ilícita.
Así fue la llegada de Odebrecht a Sao Paulo
La sentencia fue dictada por el juez federal Sergio Moro, encargado en primera instancia del caso Petrobras y quien ha condenado a otros importantes empresarios y políticos, entre ellos al expresidente brasileño Lula da Silva. A finales de 2016, Marcelo Odebrecht y otros 76 exejecutivos de la empresa se sentaron con las autoridades y confesaron las prácticas corruptas que llevaron a cabo en Brasil y en otros países de Latinoamérica. Ese acuerdo de colaboración con la Justicia hizo posible reducir sus condenas y provocó un auténtico terremoto en Brasil, con réplicas igual de fuertes en toda la región.
La trama Lava Jato
De acuerdo con las investigaciones y los testimonios de estos exdirectivos, el grupo Odebrecht participó de un "cartel" con otras 15 importantes constructoras brasileñas para hacerse con las licitaciones de manera fraudulenta de Petrobras. Las autoridades comprobaron que esas empresas inflaban los valores en los contratos y repartían las diferencias entre ejecutivos de la petrolera, empresarios y políticos, que amparaban esas prácticas y legislaban a favor de las compañías.
La corrupción no se limitó a Brasil, se expandió por otra decena de países de Latinoamérica y África, como Perú, donde las autoridades investigan el pago de sobornos a sus políticos de parte de la constructora. Solo en Brasil, la divulgación de los testimonios de los exdirectivos de Odebrecht hizo que la Corte Suprema autorizara la apertura de 76 investigaciones contra casi cien políticos con fuero privilegiado citados en las delaciones, entre ellos varios ministros del Gobierno del presidente Michel Temer. (Con información de EFE)
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