Alejandro Cané, líder de asuntos científicos y médicos para América del Norte de la División de Vacunas del laboratorio Pfizer, señaló que, ante la constante mutación del virus, vienen realizando estudios para determinar si con una tercera dosis, inoculada 6 meses o 1 año después de las dos primeras, aumentaría la protección frente a la COVID-19.
La vacuna elaborada por Pfizer/BioNTech, inoculada a millones de personas alrededor del mundo para protegerlas contra la COVID-19, "funciona muy bien para las variantes que están circulando" durante la pandemia, aseguró Alejandro Cané, líder de asuntos científicos y médicos para América del Norte de la División de Vacunas de dicho laboratorio.
Al momento, se necesitan dos dosis para que la COVID-19 no ocasione la muerte de la persona inmunizada. Estas tienen un intervalo de 3 semanas que ya han demostrado ser eficaz.
“Ha mostrado no solamente ser eficaz en el laboratorio; es decir, neutralizar a las distintas variantes que circulan, la del Reino Unido, la de Brasil, la de Sudáfrica, produciendo buenos niveles de anticuerpos que neutralizan al virus; sino que también información que obtuvimos de la vida real. De países como el Reino Unido o Israel, donde la variante británica circulaba de forma muy importante, se ha mostrado una reducción del 98% de los casos, de las hospitalizaciones y de las muertes provocadas por el virus. La vacuna funciona frente a la variante del Reino Unido. Lo mismo pudimos hacer en nuestro estudio clínico con la variante sudrafricana”, explicó Alejandro Cané.
Sin embargo, ante la constante mutación del virus, el laboratorio viene realizando estudios para determinar si con una tercera dosis, inoculada 6 meses o 1 año después de las dos primeras, aumentaría la protección. Hoy no existe recomendación para una tercera dosis.
“Nosotros hemos visto utilizar una tercera dosis, una dosis de refuerzo entre 6 meses y un año despues de las dos primeras dosis que nuestra vacuna necesita para ver si, de esa manera, aumentando el nivel de anticuerpos, podemos estar seguros que la vacuna trabaja bien y protege bien frente a estas nuevas variantes. Son estudios que, en este momento, están en marcha” dijo Alejandro Cané.
EFICACIA Y PROTECCIÓN
Según Pfizer, el tamaño de la molécula del ANR mensajero, que es parte de esta vacuna, es pequeña y muy fácil de modificar, es así como en pocos días se podría tener una vacuna reformulada, diferente para poder atender a una posible variante que no responda a la vacuna que actualmente se está utilizando.
Eficacia para prevenir la enfermedad para la cual se diseña y segura para proteger a las personas que la utilizan frente a posibles efectos adversos son dos de las condiciones que deben tener la vacuna sin ser negociable bajo ninguna circunstancia. “Si hay una luz de esperanza al final del tunel con esta pandemia es con el uso de vacunas. Empezamos a ver el impacto en la reducción de las muertes provocadas con este virus. Es una solución a largo plazo para terminar con la pandemia”, agregó.
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