La muerte del pequeño de dos años devolvió el horror a Rio de Janeiro, que aún sigue estremecido por el asesinato de una activista de los derechos humanos.
Un niño pequeño se encontraba entre tres personas que murieron por balas perdidas durante un enfrentamiento entre una banda de narcotraficantes y la policía en una extensa área de favelas de Rio de Janeiro, dijo la policía brasileña el sábado.
El derramamiento de sangre a última hora del viernes en la zona de del Complejo de Alemao (norte), área marginal con comunidades populares, se sumó a la tensión en una ciudad aún sacudida por el asesinato de una prominente activista contra la brutalidad policial.
Este tiroteo comenzó cuando una banda de narcotraficantes abrió fuego contra la policía desde un Jeep blanco robado, dijo la policía en un comunicado. Los oficiales respondieron al fuego, capturando a uno de los tres sospechosos y confiscando el vehículo acribillado, un revólver y un rifle de asalto.
Un coche manchado de sangre
Sin embargo, durante el fuego cruzado acabaron muriendo una mujer, un hombre y un niño de un año, también dejando herida a su madre y a otro infante, señalaron las autoridades.
Según la cadena de noticias Globo, los muertos fueron cuatro, todos por balas perdidas, incluido el niño pequeño, que estaba en un cochecito.
Globo sostuvo que el niño tenía un año, pero la red barrial Voz das Comunidades, que publicó una fotografía del cochecito manchado de sangre, informó que tenía dos años.
Las autoridades ordenaron una pericia, las armas de los policías fueron requisadas para examen y se procuraban imágenes de cámaras de seguridad y testimonios.
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