La decisión definitiva para que el proceso de destitución contra la presidenta brasileña siga su curso queda ahora en manos del Senado.
Las cosas se complican poco a poco para la presidenta brasileña Dilma Rousseff quien podría llegar a ser destituida de sus funciones.
La noche de este domingo la Cámara de Diputados del Parlamento de Brasil aprobó el juicio político contra la mandataria luego de que se consiguieran los 342 votos necesarios (dos tercios de los 513 votos)
Ahora, el proceso continuará en el Senado que tendrá la importante tarea de decidir si se apertura un juicio político contra Rousseff que puede desembocar en la destitución de la mandataria brasileña.
¿De qué la acusan? La acusación central contra Rousseff es que violó normas fiscales y maquiló el déficit presupuestal que vive actualmente Brasil. Según el abogado brasileño Miguel Reale Jr., citado por Infobae.com, esto constituye un "crimen de responsabilidad".
Debate. La sesión de este domingo inició a las 12 de la mañana (hora peruana) y llegó a su climax al promediar las 9.15 p.m. cuando se dio el último voto a favor del "SI" consiguiéndose los 342 votos. Cada uno de los 513 diputados fue llamado a comunicar su voto de manera abierta y a justificar durante 10 segundos y un poco más, su decisión.
El proceso de destitución. Ahora el Senado será el encargado de ratificar o no esa decisión a inicios de mayo. De ser así Dilma Rousseff será sometida a un juicio político que implica su separación transitoria del cargo por unos meses. La sustituiría su vicepresidente Michel Temer, quien estaría en el cargo hasta fines de 2018, que es la fecha del fin de su mandado, en caso el Senado declare culpable a Rousseff.
Según los plazos constitucionales, el Senado deberá conformar entre los próximos martes y miércoles una comisión especial de 21 miembros, que elaborará un informe sobre el caso en un plazo de diez días útiles.
El informe será remitido entonces al pleno del Senado, que por mayoría simple entre sus 81 legisladores decidirá si se instaura el juicio político contra Rousseff, lo que pudiera ocurrir alrededor del 10 de mayo.
En el juicio
Durante el proceso, la comisión escuchará a la defensa de la mandataria, a la parte acusadora y a otros testigos que pueda citar, y debatirá el caso a la luz de las acusaciones.
La comisión especial elaborará entonces un nuevo informe, que nuevamente será sometido al pleno del Senado en una sesión única, dirigida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, y en la que se decidirá la suerte definitiva de Rousseff.
Si una mayoría calificada de dos tercios (54 votos) hallase a la presidenta culpable, entonces Rousseff será destituida, perderá sus derechos políticos por ocho años y Temer concluirá el mandato que vence el 1 de enero de 2019.
No obstante, si el Senado se inclina por la absolución, Rousseff volverá a ocupar el cargo para completar el período constitucional que le adjudicaron las urnas en las elecciones de 2014.
Rousseff polariza a Brasil.
Esta situación ha dividido a Brasil en dos bandos: quienes creen que una destitución es justa y quienes sostienen que la derecha de Brasil está gestando un golpe de estado político, para terminar con el mandato de la izquierda, que ha ganado las últimas cuatros elecciones en el país.
Otra enorme lucha política se vivió en las calles de las principales ciudades del país, donde ambos bandos prepararon concentraciones masivas, con pantallas gigantes, para ver en directo el proceso en el Parlamento.
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