Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, recordemos a uno de los pulmones del planeta: los bosques amazónicos, que actualmente sufren una deforestación agresiva. Para combatirla, urgen políticas de conservación y reforestación de este ecosistema.
Los bosques amazónicos son una fuente importante de agua dulce en el planeta. Según la Autoridad Nacional del Agua, la vertiente del Amazonas tiene una disponibilidad del agua de más del 90%. Además, su segundo gran valor, para el Perú y el mundo, es la alta capacidad que tiene este ecosistema de capturar gases contaminantes que causan el calentamiento global.
Según estudios del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), la frecuencia e intensidad de fenómenos naturales se incrementarán a consecuencia del aumento de la temperatura. Se estima que el planeta esté 3.2 grados centígrados más caliente para fines de este siglo. Las emisiones de gases del efecto invernadero son la principal causa de que el planeta se esté calentando. Combustibles fósiles se quedan en la atmósfera y calientan el planeta hasta un punto que podría tener consecuencias irreparables.
En Perú, el 51% de todas las emisiones de gases se debe a la pérdida de bosques y cambios en el suelo. Entre 2001 y 2017, se han perdido más de dos millones de hectáreas. La principal razón ha sido la agricultura. Según el Ministerio del Ambiente, casi 248 mil hectáreas de bosque pasaron a ser tierras agrícolas.
Los esfuerzos para reforestar, si bien son compromisos del Estado del Acuerdo de París (que busca reducir las emisiones de gases del efecto invernadero), son insuficientes. Entre 2007 y 2017, se reforestaron 215 mil hectáreas de bosques en total. En 2017, solo se reforestaron 5,382 hectáreas. Esta situación, en los próximos años, debe cambiar si el país desea conservar uno de sus ecosistemas más diversos y uno de los salvavidas que tiene el planeta
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