El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó a los rusos que vuelvan mañana, martes, al trabajo tras seis semanas no laborables, pese a que Rusia superó hoy en casos de COVID-19 a Italia y el Reino Unido.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó a los rusos que vuelvan mañana, martes, al trabajo tras seis semanas no laborables, pese a que Rusia superó hoy en casos de COVID-19 a Italia y el Reino Unido.
"Hoy, 11 de mayo, expira el período de días no laborables para todo el país y toda la industria nacional. En total, empezando el 30 de marzo, se prolongó durante más de seis semanas", precisó dirigiéndose a la nación por televisión.
Putin subrayó que esa "extraordinaria medida" fue crucial para "ralentizar" el avance de la pandemia y aumentar "considerablemente" la capacidad del sistema sanitario para afrontar un posible "agravamiento de la situación epidemiológica".
Además, anunció el levantamiento gradual de las restricciones a los rusos, que fueron impuestas a finales de marzo pasado. Putin recordó que Rusia es un "país grande", por lo que no es el Gobierno central quien dictará una hoja de ruta general, sino serán las regiones las que tomen esa decisión teniendo en cuenta la situación epidemiológica en sus territorios.
Advirtió que la desescalada debe transcurrir con "precaución" y "paso a paso", respetando todos los requisitos sanitarios que "garantizan la seguridad de las personas" con el fin de impedir un rebrote de la pandemia.
"La lucha contra la epidemia no ha concluido", ya que el riesgo de contagio aún es latente, y destacó que seguirán prohibiéndose los actos masivos y se mantendrá el confinamiento obligatorio para mayores de 65 años y enfermos crónicos.
Putin anunció un nuevo paquete de ayudas para la población, que incluye subsidios para 27 millones de menores de edad, cuyos progenitores recibirán a partir del 1 de junio próximo.
Rusia superó hoy al Reino Unido e Italia en número de contagios por COVID-19 al alcanzar los 221.344 casos.
EFE
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