En respuesta, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este viernes 30 de setiembre para discutir sobre el presunto sabotaje.
Objeto de sospechas tras el aparente sabotaje a los gasoductos Nord Stream en el mar Báltico, Rusia contraatacó este miércoles abriendo una investigación por "terrorismo internacional" y señaló implícitamente a Estados Unidos, que por su parte respondió denunciando una operación de "desinformación".
"A partir de los elementos enviados por la Fiscalía General rusa [...], el órgano de investigación de los FSB [los servicios de seguridad rusos] abrió un caso criminal. Una investigación preliminar ha comenzado", declaró la Fiscalía en un comunicado divulgado en Telegram, en el que recalcó el "grave perjuicio económico" sufrido por Rusia a raíz del incidente.
El Consejo de Seguridad de la ONU, en tanto, se reunirá el viernes a petición de Rusia para discutir sobre el presunto sabotaje, anunciaron el miércoles Suecia y Francia.
Todavía hay muchas incógnitas en torno a esos escapes de gas pero en Suecia, cuyos servicios de inteligencia se encargan de investigar lo ocurrido, la hipótesis de un sabotaje deliberado parece confirmarse.
La Policía de Seguridad Sueca (SAPO) anunció que encabezará una investigación e indicó en un comunicado que "el motivo actual es sabotaje agravado".
La víspera, Ucrania había denunciado un "ataque terrorista planificado" por Rusia "contra Europa".
Por su parte, la diplomacia rusa acusó implícitamente a Estados Unidos, reclamando "respuestas" al presidente Joe Biden sobre la eventual implicación de su país en las fugas.
"El presidente estadounidense está obligado a responder a la pregunta de saber si Estados Unidos ejecutó su amenaza", sostuvo la portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajárova, en referencia a una declaración de Biden de febrero, cuando dijo que "si Rusia invade [Ucrania], entonces no habrá más Nord Stream 2".
"Europa debe saber la verdad", insistió Zajárova, mientras siguen sin conocerse a fondo las causas de las fugas detectadas en Nord Stream 1 y 2, dos gasoductos que conectan Rusia con Alemania y que actualmente no se están utilizando.
Acusar a Estados Unidos es "ridículo"
Pero la Casa Blanca replicó que es "ridículo" insinuar que Washington pueda estar detrás de los supuestos sabotajes.
"Todos sabemos que Rusia tiene un largo historial de difundir desinformación y lo está haciendo nuevamente aquí", dijo Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Del mismo modo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, había afirmado que era "estúpido y absurdo" sospechar de Rusia, y subrayó "los enormes beneficios realizados por los proveedores estadounidenses de gas natural licuado, que multiplicaron sus entregas al continente europeo" desde que empezó la guerra en Ucrania.
De momento, la Unión Europea (UE) se limitó a advertir que cualquier posible ataque contra sus infraestructuras energéticas se enfrentará "a una respuesta robusta y unida", según las palabras del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Según la información disponible, todo parece indicar que las filtraciones provocadas por explosiones son fruto de un "acto deliberado", señaló el responsable europeo en una declaración en nombre de los 27 Estados miembros del bloque.
Por su parte, Alemania indicó que reforzará su vigilancia en la protección de sus infraestructuras críticas.
Se espera que los dos ductos dañados puedan ser inspeccionados en un plazo de entre una y dos semanas, debido a la ebullición provocada por tres escapes de gas, dijo por su parte el ministro danés de Defensa, Morten Bødskov.
Por su parte, el director de la autoridad danesa de Energía, Kristoffer Böttzaw, indicó que "una clara mayoría del gas ya ha salido de las tuberías" y que el resto debería hacerlo "de aquí al domingo".
Los escapes fueron identificados el lunes frente a la isla danesa de Bornholm, entre el sur de Suecia y Polonia.
(Con información de AFP)
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