El Grupo de Lima alejó el fantasma de una solución militar en Venezuela y volvió a pedir que se celebren elecciones en el país tras la reunión celebrada en Bogotá.
El Grupo de Lima descartó el uso de la fuerza en el cerco que pretende estrechar contra Nicolás Maduro, aunque Estados Unidos dejó abiertas "todas las opciones" para forzarlo a dejar el poder en la agobiada Venezuela.
Al término de una reunión en Bogotá, en la que participó el opositor Juan Guaidó y el vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, el bloque se apartó de la salida militar a la crisis.
Esa alternativa había quedado flotando a raíz de la frustrada entrega de ayuda esencial a Venezuela que derivó en violentos disturbios el fin de semana y que fueron atribuidos a la represión de las fuerzas chavistas desplegadas en las fronteras con Colombia y Brasil. Al menos cuatro manifestantes murieron y cientos quedaron heridos.
Reconocido por medio centenar de gobiernos como mandatario interino de Venezuela, Guaidó pidió entonces "tener abiertas todas las opciones" contra Nicolás Maduro.
"Ser permisivos con la usurpación de poder sería una amenaza para toda América", señaló este lunes el jefe del Parlamento venezolano.
Washington, posición discordante
Sin embargo, el Grupo de Lima afirmó en su declaración final que "la transición a la democracia debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la Constitución y el derecho internacional, apoyada por medios políticos y diplomáticos, sin uso de la fuerza".
En esa declaración, expresaron también "el derecho de todos los venezolanos a vivir en democracia y libertad" y, por consiguiente, reiteraron su respaldo a la celebración de elecciones libres y justas, abiertas a la participación de todas las fuerzas políticas.
El bloque está conformado por 13 países latinoamericanos más Canadá. De la cita de Bogotá participaron representantes de diez países, entre ellos los presidentes de Panamá y Guatemala.
México, Costa Rica, Santa Lucía y Guyana se marginaron del encuentro en el que fue incorporado Guaidó como miembro del grupo creado en 2017 para buscar salidas a la grave situación en la nación petrolera.
No obstante la declaración de sus aliados, Estados Unidos mantiene latente la amenaza contra Maduro, quien rechaza el ingreso de asistencia por considerarla el pretexto para una invasión militar.
"Esperamos una transición pacífica hacia la democracia. Pero el presidente (Donald) Trump lo ha dejado claro: Todas las opciones están sobre la mesa", advirtió Pence.
AFP
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