A la ceremonia solo permitieron la presencia de la tía y la prima del policía rebelde.
Las autoridades venezolanas enterraron a primera hora de hoy al policía rebelde Óscar Pérez, en un cementerio cerrado y sin permitir más presencia que la de su tía y su prima, informó la diputada opositora Delsa Solórzano.
La parlamentaria es presidenta de la comisión creada por el Parlamento -el único poder del Estado en manos de la oposición- que investiga la muerte del sublevado y seis personas más de su grupo, que fueron abatidas el lunes por las fuerzas de seguridad chavistas en un operativo calificado de "ejecución" y "masacre" por ONG y la Iglesia.
"Estuvieron su tía y su prima. El cementerio lo cerraron durante todo el proceso y lo abrieron después de que ya estaba cerrada la tumba", dijo por teléfono Solórzano, que recordó que el Gobierno ha repetido el mismo protocolo con los cuerpos de las otras seis personas abatidas del grupo de Pérez.
Francis Pérez, prima del también piloto de la Policía científica, declaró poco después de la sepultura a medios locales: "Se burlaron de nosotros".
Algunos familiares de Pérez -cuya madre, esposa e hijos están fuera del país- se han quedado fuera del cementerio sin poder asistir al entierro, al no permitirles las fuerzas del orden el acceso.
Medios locales han publicado fotografías del lugar en el que está enterrado Pérez, que consiste en una piedra sobre el césped del cementerio inscrita con su nombre, junto a la que hay un ramo de flores y se ha desplegado una bandera de Venezuela.
Las familias de Óscar Pérez y de los otros seis rebeldes llevaban toda la semana acudiendo a la morgue a reclamar que se les entreguen los cuerpos.
Según las actas de defunción, seis de los siete muertos -entre ellos Pérez- perdieron la vida por un disparo en la cabeza. (EFE)
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