El estudio también destaca retrocesos, especialmente en Moquegua que, a pesar de liderar el índice, ha experimentado una disminución en términos de bienestar, atención de necesidades básicas y generación de oportunidades en comparación con su nivel prepandemia.
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A tres años de la COVID-19, regiones presentan una lenta recuperación en bienestar y oportunidad para sus ciudadanos
Resultados preocupantes. A tres años de la pandemia de la COVID-19, hay varias regiones del Perú que presentan una lenta recuperación y otras que no llegan ni a los niveles prepandémicos en términos de bienestar y oportunidad para sus ciudadanos, según el Índice del Progreso Social Regional del Perú (IPSRP), edición 2023.
Y es que los datos revelan que las regiones costeras se han estancado, mientras que las de la sierra y la selva presentan un crecimiento moderado.
El informe fue desarrollado por Centrum PUCP, la Escuela para los Buenos Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en alianza con la organización estadounidense Social Progress Imperative.
El estudio también destaca retrocesos, especialmente en Moquegua que, a pesar de liderar el índice, ha experimentado una disminución en términos de bienestar, atención de necesidades básicas y generación de oportunidades en comparación con su nivel prepandemia.
En segundo lugar, se ubica la región Tacna y en el último se sitúa Ucayali. De acuerdo con los parámetros del índice, ninguna región se encuentra en un progreso social alto.
En el promedio nacional para el año 2023, las regiones registraron un crecimiento del 0.6%, cifra similar al año anterior que fue del 0.5%. Entre las 26 regiones evaluadas, 16 se sitúan en un nivel medio bajo con un promedio de 59.2 puntos, mientras que las restantes se encuentran en un nivel bajo con un promedio de 52 puntos.
En Ampliación de Noticias, el director de la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación de Centrum PUCP, Luis Del Carpio, precisó que el IPSRP se elaboró midiendo los aspectos más importantes para la calidad de vida de las personas en tres dimensiones: Necesidades Básicas Humanas, Fundamentos del bienestar y Oportunidades.
“Permanentemente estamos hablando de crecimiento, desarrollo económico y lo que esto implica para el país, pero nos olvidamos de que el resultado de este esfuerzo tiene que repercutir en la calidad de vida de los peruanos. Lo que medimos desde el año 2017 es el progreso social en las 26 regiones del Perú”, declaró.
Del Carpio también subrayó que ninguna región alcanza un nivel alto de progreso social y que las medidas de reactivación económica implementadas por el Estado no se tradujeron necesariamente en una mejora del progreso social, debido a factores como la corrupción, la lenta recuperación económica, la inestabilidad política y los conflictos sociales.
“No medimos cuánto gastamos en combatir la desnutrición, sino medimos cuántos niños con desnutrición hay. Los resultados son fundamentales para entender si lo que estamos haciendo implica una mejora en la calidad de vida de los peruanos”, aseveró.
Finalmente, el especialista detalló que el Índice del Progreso Social Regional del Perú es una herramienta esencial para la toma de decisiones, tanto para el sector privado como público, además de servir como guía para promover el desarrollo de acciones vinculadas a la inversión pública e implementación de políticas que tengan como finalidad el incremento del progreso social de los peruanos en las regiones.
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