Los pobladores se preparan para celebrar del 9 al 13 de febrero la fiesta de los carnavales con wachiwalitos, comparsas y comidas típicas.
Solo faltan unos días para ingresar al mes de febrero, el esperado mes de los carnavales. Muchos se preparan para celebrar, a su estilo, esta tradicional fiesta que tiene como ingredientes indispensables la alegría, el color, la música, la danza, el talco y sobretodo el agua.
En la provincia ancashina de Huari, por ejemplo, la población se prepara para disfrutar de esta fiesta que se realizará del 9 al 13 de febrero próximo.
El concurso de los wachiwalitos
Si hay algo que no puede faltar en la celebración de carnavales de Huari es el concurso de “Wachiwalito” o más conocidos por todos palo cilulo. Los arbolitos son colocados en las esquinas de la Plaza Mayor en medio de una gran algarabía.
Cada uno de los participantes los visten con prendas de vestir, mantas, frazadas, frutas y utensilios. No pueden faltar las serpentinas de colores.
En esta actividad compiten diferentes centros poblados. La calificación de los wachiwalitos está a cargo de tres personas representativas de la ciudad, quienes dan como ganador al árbol que esté mejor decorado.
Tumbar un wachiwalito es más que un ritual. Los pobladores bailan felices alrededor del palo cilulo con el acompañamiento musical de una caja y un pinkullo, de una orquesta musical o de un equipo de sonido hasta que una de las parejas utilizando un hacha logre derribarlo.
Las coloridas comparsas
El otro ingrediente del carnaval huarino lo constituyen las comparsas, conformadas por carros alegóricos muñecos gigantes y personas que lucen los trajes típicos de la ciudad.
Las comparsas recorren todas las calles, mientras los habitantes disfrutan de los carnavales con un poco de agua y talco perfumado, haciendo uso de recipientes de diferentes tamaños.
Se dice que en la zona rural el talco es remplazado por la harina de trigo durante el juego, a lo que los lugareños le llaman “Machkanacuy” (echarse harina o talco en el rostro).
No podían faltar el puchero y el picante de cuy
No hay fiesta de carnavales si un buen sancochado de col con papas y jamón, conocido como puchero y tampoco sin un buen picante de cuy. Los cuales son los abanderados de la gastronomía tradicional huarina y se preparan en diferentes fechas festivas. A ello se suma la riquísima chicha de jora.
Las autoridades de Huari se han proyectado recibir este año unos cinco mil turistas durante los carnavales, fiesta que busca promover el turismo y revalorar lo mejor de sus costumbres.
Por: Yanet Reyes
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