Este potaje, que en buen cristiano quiere decir gato asado, es un plato tradicional que se prepara para ofrecer un banquete a alguna persona honorable o en una fecha especial.
Si usted lee “mishikanka” quizá no tenga ni idea de lo que se trata, pero si le digo que en buen cristiano significa gato asado, entonces comprenderá que estamos hablando de un singular potaje que pertenece a la tradicional gastronomía de la provincia ancashina de Huari.
El mishikanka es considerado un plato tradicional con más de 100 años de antigüedad, que se preparaba cuando los huarinos querían ofrecer un banquete a alguna persona honorable o en el aniversario de esta provincia, refiere Marlene Vargas Hidalgo, propietaria del restaurante El Milagro, especialista en la elaboración de este potaje.
El secreto del sabor
El secreto de un delicioso mishikanka está el macerado de la carne del felino, ya que esta es más dura que la del conejo. Las presas deben macerarse dos días antes de consumirlas; el primer día, se remojan en agua y sal, mientras que en el segundo día se les condimenta con ajos, pimienta, vino blanco, ají amarillo y colorado, detalla Vargas.
Al día siguiente las presas son llevadas al horno de una cocina mejorada a leña, para que quede doradito. Este potaje se sirve acompañado de papas doradas y de ensalada criolla. Un plato puede costar S/. 12.00.
En la actualidad, la preparación de este animal mamífero se ha diversificado, tal es así que en Huari se puede comer gato broaster, gato al vino, seco de gato, chicharrón de gato, entre otros.
Marlene Vargas hace la salvedad de que los gatos que se emplean en la elaboración de estos platos son criados en casa. En su caso, los mantiene encerrados en una jaula, donde los alimenta sanamente.
¿Gato por liebre o gato por conejo?
Menciona que al hecho de comer gato se le atribuye varias creencias, por ejemplo, que tendrás siete vidas y que hace más astutas a las mujeres.
Sin embargo, Marlene sabe que para muchas personas no es fácil imaginarse si quiera que puedan comer la carne de este mamífero, por ello, recomienda que debemos asumirlo como algo cotidiano, es decir como si se tratara de la carne de cuy, gallina, pato u otro animal doméstico.
“En Huari sí te damos gato por liebre porque a veces para que no cause una impresión negativa, les decimos a los comensales que es carne de conejo y al final le mostramos la cabeza del gato”, expresa sonriendo nuestra entrevistada.
Cuenta que incluso turistas extranjeros piden con anticipación el gato asado para degustarlo durante su estadía en la ciudad de Huari.
La carne de gato en todas sus variedades podrá ser muy exquisita para algunos y quizá sea indiferente para otros, lo cierto es que forma parte de la tradición gastronómica de un pueblo y eso se respeta. ¡Ah!, pero tenga cuidado que en algún lugar le pueden dar gato por conejo.
Por: Yanet Reyes
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