Bellido atenta contra la estabilidad política [COLUMNA]

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La conferencia de prensa de cinco ministros realizada anoche fue una notoria operación de distracción para anunciar el recurso a la cuestión de confianza y mantener a cualquier precio al cuestionado ministro Iber Maraví. Se esperaban precisiones sobre Camisea, pero el ministro de Energía y Minas ni siquiera participó en el simulacro de información sobre las decisiones del Consejo de Ministros. Múltiples indicios avalan las imputaciones a Maraví por sus eventuales vínculos con Sendero Luminoso y sus derivaciones. El Congreso lo somete hoy a una interpelación, pero el primer ministro afirmó anoche que se trata de una maniobra de la oposición, que no se resigna a su derrota electoral. Maraví por su parte no ha vacilado en hacer uso de las redes sociales de su ministerio para difundir propaganda a favor de su imagen política.

La presidenta del Congreso encabezó anoche una comisión que se reunió con el presidente Castillo, quien les habría asegurado que “la cuestión de confianza no está en la agenda”. Si eso es verdad, lo que está en el centro de la agenda pública es saber quién está tomando las decisiones políticas y quien está jugando con la estabilidad del país. ¿Quién inspira las amenazas contra el Consorcio Camisea? ¿Quién solicita la renuncia del Canciller Oscar Maúrtua? ¿Quién avala la hostilidad contra la prensa independiente?

El país necesita estabilidad y búsqueda de consensos para vencer en la lucha contra la pandemia y para atraer la inversión que haga retroceder el desempleo y la pobreza. El primer ministro Guido Bellido y su mentor político Vladimir Cerrón persiguen objetivos que no responden al interés nacional. Por eso, cada día es más urgente que el presidente Castillo salga de su silencio y fije orientaciones claras que nos eviten una nueva convulsión política.

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